Es mucho el descontento que el gobierno de la 4T ha “sembrado” a lo largo y ancho del país, pese a los resultados de las encuestas que muestran lo contrario. Parte de su estrategia es “sembrar” desesperanza, convencer a la población de la imposibilidad del cambio y así darse por vencidos antes de siquiera intentarlo.
Pese a resultados dudosos de las encuestas y al apoyo de sus incondicionales, la población, lejos de darse por vencida, se ha venido organizando en múltiples movimientos ciudadanos que dan cauce a las inconformidades y protestas de un gobierno insensible a los reclamos de la población, e irónico ante la evidencia de sus resultados.
Reconocemos los esfuerzos que realizan los partidos de la alianza opositora Va por México, conformada por los partidos PAN, PRI y PRD, manteniéndose unidos, “contra viento y marea”, en vistas a 2024. Sin embargo, la polarización que generan los partidos políticos por el desprestigio de algunos de sus integrantes no logra desarticular la maquinaria amenazante de la 4T. Si la oposición no compite unida, el actual gobierno podría ganar las elecciones del 24 y consolidar su proyecto autoritario el próximo sexenio.
Sin dejar de alentar a los movimientos ciudadanos a continuar con su proyecto específico de protesta, y a los partidos políticos para mantener firme la alianza opositora Va por México, lo único que hará posible enderezar el rumbo de México es convocar a una alianza más amplia, a una Gran Alianza en la que se comprometan ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos de oposición, en la elección de un CANDIDATO ÚNICO capaz de hacer frente a Morena. ¿Cómo lograrlo?
El Frente Cívico Nacional promoverá la iniciativa ciudadana para llevar a cabo elecciones primarias previas a la elección presidencial del 24. Apegados al derecho constitucional, la iniciativa ciudadana deberá ser respaldada por 125 mil firmas. Será el Instituto Nacional Electoral el que organice, asuma el costo y garantice el resultado de las elecciones. Todos los ciudadanos, afiliados o no a los partidos políticos, a través de su voto, harán efectiva su participación democrática en la selección del candidato ÚNICO.
¿Cuál deberá ser el perfil del candidato presidencial que elijan los partidos para competir y elegir entre ellos a quien alcance la mayor votación? La participación ciudadana, garantía de auténtica democracia, evitará la práctica ancestral del “dedazo” en la sucesión presidencial y el compromiso perverso que garantiza, al Presidente saliente y sus funcionarios, impunidad contra los delitos.
Deberán ser mujeres o hombres de trayectoria íntegra, que gocen de prestigio profesional, respetuosos y amantes de la verdad, que no impongan, a través de sus ideologías, su visión distorsionada de la realidad. Políticos sabios, abiertos a los consejos y sugerencias de quienes saben más. Líderes humildes que sepan escuchar, sensibles a las necesidades de los demás, sin discriminación entre quienes abonan o no, a la promoción política de su partido.
Ante todo, el candidato ÚNICO, deberá reconciliar a un México que sufre indefenso ante la delincuencia organizada, dividido entre ricos y pobres, progresistas y conservadores, empresarios y trabajadores. A un México profundamente dividido entre quienes son amigos de la 4T y sus opositores considerados enemigos de la nación. Urge un Presidente capaz de gobernar para todos los mexicanos sin distinción de partidos, condición social, religión, creencias o preferencias, un candidato que ame a México por encima de sí mismo y de su obsesión por el poder. ¿Existe ese personaje?
La gran alianza, a través de las elecciones previas, será capaz de detectarlo. Quizá es demasiado pronto para sacar a la luz candidatos opositores que compitan en la elección previa. La prudencia y la experiencia exigen, por ahora, mantener bajo el perfil de los contendientes para evitar amenazas y persecuciones. Mientras tanto la página del FCN en https://fcn.mx/iniciativaciudadana/ votemos para legitimar el proceso.
POR PAZ FERNÁNDEZ CUETO
COLABORADORA
paz@fernandezcueto.com
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