El diálogo político sobre los derechos humanos y los problemas de la paz es un asunto prioritario de la agenda pública latinoamericana y caribeña por décadas, pero en estos días se puede afirmar que el asunto de su incorporación a las nuevas estrategias gubernamentales ha cobrado un nuevo giro.
Ahora varios gobiernos de la región han adoptado decisiones ejecutivas que implican que la experiencia en estas capacidades de construcción se vea reflejada en puestos claves de las políticas nacionales que tienen que ver con la articulación de los procesos de gobernanza interna y externa en el plano regional.
Dos de ellos, el nombramiento de Iván Velázquez, de profunda experiencia en el campo internacional del derecho al frente del ministerio de Defensa y del nuevo Canciller en Colombia, envían ese claro mensaje. La conversión de políticas públicas de confrontación a soluciones políticas concertadas de cara al futuro, solución a los rezagos de la justicia vinculada a los derechos de la población.
La combinación de la experiencia de diálogo previo, así como de estudio de la profundidad de la situación de los derechos humanos presentan una combinación sin precedente en la nueva política colombiana, también en el resto del continente americano, como es en el caso de Chile, cuando la nueva canciller, Antonia Urrejola, proviene de las experiencias institucionales de la justicia interamericana.
Las contribuciones de nuevas configuraciones gubernamentales al nuevo marco político regional en el plano institucional se perciben ya en las posiciones e intercambios entre los países de la región. Se expresan en la posición regional en los diferentes organismos internacionales.
De esas nuevas políticas internas y externas depende el poder ejercer otros derechos, como el de libre circulación, coexistencia pacífica, solución de problemas entre los países de la región, como es el asunto de la frontera colombiano-venezolana, de la que se esperan noticias pronto de parte de los dos países, que ya iniciaron conversaciones al respecto.
Como política de estado, el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores y Paz de Colombia, Álvaro Leyva Durán ha afirmado que su misión es “defender la paz como derecho síntesis, porque sin ella se comprometen los demás derechos. Un mensaje diferente al que se ha venido observando, en el que las políticas exteriores, las internas de paz, seguridad o justicia se han venido diferenciando en la segmentación de las políticas dirigidas a la gobernanza.
Ahora estos cambios doctrinales alcanzan niveles institucionales que apuntan a un cambio en articulación externa e interna de esos compromisos que datan de larga historia. Los derechos de las personas se vuelven a colocar en el centro. Nuevas urgencias han surgido en la región de América Central que están en espera de alternativas políticas y sociales en el resto de la región.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
@GUADALUPEGONZCH
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