Dice la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que ya no existen los acuerdos en lo oscurito, que se acostumbren todos, que esta es la cuarta transformación, a propósito de la investigación que se tiene por discriminación contra el dueño del restaurante Sonora Grill, quien habría buscado reunirse con la titular del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (COPRED) en privado.
Incluso enfatizó la jefa de Gobierno, que este no es un asunto político, que los que estaban acostumbrados a los acuerdos en lo
oscurito se les acabó, porque en el Gobierno de la Ciudad ya no existen este tipo de arreglos.
Casos como el del Sonora Grill deben de resolverse en la vía legal, ya que no tienen nada de político. Esperemos que lo que pasa en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez se le dé el mismo tratamiento.
Los problemas que le aquejan al aeropuerto pueden atribuirse a una mala planificación durante la construcción de la segunda
terminal entre 2005 y 2008 y a una falta de mantenimiento e inversiones en los últimos 12 años. Serán temas que se tendrán que
atender, ya que el 40% de los vuelos que se realizan en el país se encuentran concentrados precisamente ahí.
Lo que se quiere evitar a decir de los responsables, es que no haya una desgracia, debido a que al parecer sí hay una falla estructural grave, consistente básicamente en diversos hundimientos.
Precisamente en este aeropuerto se le permite exhibir publicidad a la empresa RENTABLE, de Ricardo Scotto, quien debe antes de cualquier cosa, cumplir con la nueva Ley de Publicidad Exterior enviada por la doctora Claudia Sheinbaum al Congreso y aprobada hace más de un mes.
Esta nueva ley, e incluso la anterior, prohíben la instalación de anuncios espectaculares en las azoteas de esta Ciudad. No es un
asunto político, es un asunto legal. No es un favor el que hacen los dueños de estas empresas al gobierno capitalino y a sus habitantes, es una obligación que deben cumplir, sin que después nos enteremos que existieron acuerdos en lo oscurito a cambio del retiro.
Disfrutaron durante muchos años y se enriquecieron a costillas de la Ciudad y de sus habitantes, que a cambio solo recibían una
contaminación visual escandalosa, además del peligro de derrumbe ya señalado por las autoridades de protección civil de esta ciudad.
Este problema no solo ocupa al gobierno de la Ciudad, sino también a sus alcaldes, que en vías secundarias toleran este tipo de
atropellos y violaciones a la Ley de Publicidad Exterior a cambio de quien sabe que favores inconfesables y seguramente en lo oscurito.
Ahora resulta que quien ha violado la ley por décadas y explotado el espacio público sin pagar regalía alguna, se le ve como una buena empresa, con un compromiso social al retirar sus fierros viejos, peligrosos y contaminantes, pensando que los van a premiar con acuerdos en lo oscurito.
Seguramente lo del aeropuerto obedece a otra lógica, habría que investigar cuanto paga de regalías RENTABLE, quien le dio el
permiso y por cuántos años, por ejemplo.
Lo recomendable es que estas empresas que han violado una y otra ves la ley, se les impida tener contratos similares en espacios
públicos. Esta misma empresa ya fue sancionada por el gobierno actual y su jefa de Gobierno, al retirarle tres torres publicitarias en la glorieta de insurgentes, por carecer de permisos y no reportar recursos a las arcas de la CDMX.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
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MAAZ