México verá disminuida su asignación de agua del río Colorado. Efecto del cambio climático, conlleva una necesaria coordinación entre nuestro país y Estados Unidos.
El 16 de agosto se anunciaron restricciones de agua por la sequía de 23 años en la cuenca del río Colorado, la más severa de la que se tiene registro.
El Colorado nace en las montañas Rocallosas, fluye por los estados de Wyoming, Utah, Colorado y Nuevo México en su cuenca alta y por Arizona; California y Nevada en su cuenca baja, hasta desembocar en el golfo de Cortés.
El Colorado alimenta las dos presas más grandes de EU, el lago Mead y el lago Powell. Ambas están ahora tan sólo a 34% de su capacidad. Proporciona agua potable a 40 millones de habitantes en ambos lados de la frontera y permite negocios agroalimentarios superiores a 15 mil millones de dólares.
La distribución de las aguas de los ríos Colorado y Bravo, que marcan límites entre los dos países, y constituyen el núcleo vital de las comunidades fronterizas, está regida por el Tratado de Distribución de Aguas de 1944, que estableció la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), una eficiente institución.
El artículo 10 del Tratado especifica que se asignan a México 1,850,234,000 metros cúbicos de agua del río Colorado, cada año.
En “casos de extraordinaria sequía…” que dificulte a los EU entregar la cantidad garantizada, el agua asignada a México se reducirá en la misma proporción en que se reduzcan los consumos en EU.Pues bien, el 16 de agosto el gobierno de EU anunció que reducirá la asignación de agua del Colorado a Arizona en 21% y a Nevada en 8%.
Con base en el Tratado y en la Minuta 323 de la CILA, que aprobó un Plan Binacional de Contingencia ante la Escasez de Agua en 2017, a México se le reducirá la asignación de agua en 7%. En 2023, se deducirán en reducciones y “ahorros” que pueden recuperarse posteriormente, 128 millones de metros cúbicos de agua del total de 1 millón 850 mil. Este Plan tiene vigencia hasta diciembre de 2026.
El agua recibida por México se distribuye principalmente en Baja California, en especial los municipios de Mexicali y Tijuana, y algunos de Sonora. Para poner las cifras en contexto, Mexicali consume anualmente cerca de 100 millones de metros cúbicos de agua, Tijuana cerca de 80 millones. El resto se destina a la agricultura primero, y luego a la industria.
Las medidas anunciadas por ambos gobiernos no resuelven el enorme desafío futuro, pero se espera permitan la recuperación de los niveles de las presas Mead y Powell.
No hay consenso sobre un plan futuro que implicará el subsidio a agricultores para dejar de sembrar, el encarecimiento de la producción de frutas y verduras y la división justa y equitativa de las reducciones del agua entre los siete estados de EU, México y las más de 30 tribus en la nación vecina que dependen del Colorado. Se requerirá una enorme inversión en infraestructura que, hasta ahora, no parece estar en el horizonte.
POR MARTHA BÁRCENA COQUI
EMBAJADORA EMINENTE
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM
@MARTHA_BARCENA
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