COLUMNA INVITADA

Nadie te va a proteger

¿Por qué hay tanta atracción hacia los superhéroes? Estos personajes ficticios son queridos por miles de millones de personas en todo el mundo

OPINIÓN

·
Ignacio Anaya Minjarez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

¿Por qué hay tanta atracción hacia los superhéroes? Estos personajes ficticios son queridos por miles de millones de personas en todo el mundo. En México su popularidad es muy evidente, se pueden observar en los disfraces de niños (y adultos), en las piñatas, en los pasteles, etcétera. ¿Cuántos no quisieran que de verdad existiera un hombre araña, un Superman o un Batman que enfrentaran el crimen?

Seres que pudieran garantizar la seguridad de la población cuando el Estado no puede. También puede estar allí la atracción del público mexicano hacia ellos. No resulta raro ver más allá de la ficción y encontrar en el superhéroe un breve escapismo frente a los horrores de este mundo. Al final de cuentas no existen, son sujetos creados que suelen enarbolar los valores de una sociedad. Sus poderes les confieren tales capacidades.

¿Quién va a proteger a la población mexicana? El superhéroe está exento de esta pregunta, por el simple hecho de que no existe. No la protegerá el Estado, ni el ejército, ni la Guardia Nacional, ni los gobernadores, ni los alcaldes, ni los derechos humanos, ni otro país … Nadie. Es más, habría mayor probabilidad de que cualquiera de estas instancias se ponga en contra la ciudadanía antes que de protegerla. Uno depende de uno mismo, ojalá no fuera así. Las instituciones se están cayendo al vacío y la confianza depositada en ellas es una ilusión que se hacen los gobiernos.

Las olas de violencia, porque se van y regresan, muestran la vulnerabilidad en la que están sumergidos todos los mexicanos. Hace tiempo se produjo y se defendió la idea de que la violencia solo les llegaba a aquellos metidos en “donde no debían”, pero ya es hora de desechar ese pensamiento, maldito en su creación y rancio en su continuidad. ¡Nadie está a salvo! Sin embargo, el único aliado con el que el mexicano cuenta es el tiempo, pues, su pasar genera el olvido, pero no un olvido en cuanto a un vacío en el pensamiento, ese sería la vía fácil.

Se trata, mejor dicho, de una omisión inconsciente de la violencia que inunda al país. Se da por muchas razones, para quienes viven en la Ciudad de México es una ilusión de seguridad que se basa en un centralismo casi decimonónico, para otros es ya una normalidad que solo despierta emociones cuando sucede algo grande. Y no faltan aquellos, más despreciables, quienes aprovechan estas desgracias para jugar sus cartas dentro de la política. No hay que apuntar dedos, están en todos los partidos políticos.

Desafortunadamente, no hay una respuesta segura. Unos piden mano dura a cambio de sus libertades, otras mejoras en los modelos de educación y no pocos la legalización de la marihuana y otras drogas. ¿Esto detendrá la violencia? Sería a lo mucho utópico pensar que sí y pesimista que no.

POR IGNACIO ANAYA

COLABORADOR

@IGNACIOANAY

MAAZ