NOTAS SIN PAUTA

Leticia Ramírez, las reacciones y el pasado

Pocas veces con claridad similar se logra observar un choque de posiciones ideológicas

OPINIÓN

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Arturo Rodríguez García / Notas sin Pauta / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pocas veces con claridad similar se logra observar un choque de posiciones ideológicas y una reacción tan feroz como sucede con la designación de Leticia Ramírez Amaya como nueva secretaria de Educación.        

Kenia López Rabadán se cuestionaba “¿cómo pasamos de Vasconcelos a Lety Ramírez?” y, como otros, recordó a los intelectuales secretarios; “sumisa y callada”, lanzó Elba Esther Gordillo mencionando por encimita que la conoció como joven combativa. 

Pocas reacciones tuvo en su tiempo Josefina Vázquez Mota, pese a sus notoriamente escasos recursos intelectuales; nadie fue tan radical con un tortuoso Emilio Chuayffet ni mucho menos con Aurelio Nuño, de experiencia limitada. 

La diferencia tiene que ver con el origen, un asunto de clase sí, pero también ideológico: nos encontramos por primera vez frente a una SEP con cabeza auténticamente de izquierda. 

Leticia Ramírez es normalista y además estudió antropología en la ENAH, institución donde se vinculó al ochentero OIR-Línea de Masas, que tenía influencia en la disidencia magisterial. Gente respetable, inclusive del gremio periodístico como Luis Hernández Navarro o Arturo Cano, se formaron en ese maoísmo, aunque con derroteros variados pues también formaba parte de aquel grupo Rosario Robles, liberada anoche. 

Lo aludido por Gordillo remite al destacado papel que Ramírez tuvo durante el movimiento de la Sección 9, la construcción de la CNTE e inclusive, la caída de Carlos Jongitud de la dirigencia nacional que de carambola encumbró a Gordillo. 

“La joven combativa” formaba parte de la dirigencia de la Sección 9, y su grupo conocido como “Los Microchips”, destacaba con ella, Elio Bejarano, César Calvo, entre otros, en permanente conflicto con los caciques magisteriales de antaño y, en el caso de Leticia, con los duros del maoísmo que le acusaban ceder a la cooptación. 

Y es que en algún momento de pretendida apertura a la democracia en el SNTE, Leticia Ramírez fue protagonista de un plan con Gordillo que no prosperó, pues a final de cuentas fue pura simulación para eternizarse. 

Un segundo momento de moderación identificable es su arribo al PRD y después a Morena. En el PRD formó parte del comité encabezado por López Obrador y desde entonces lo siguió, tanto que inclusive rompió con su compañera de lucha, Rosario Robles, en el contexto de los videoescándalos.  

Y sí, estuvo en Atención Ciudadana del gobierno capitalino y en diversas encomiendas electorales, razón esta última por la que su nombramiento ha sido leída, como una posición para Claudia Sheinbaum. 

En síntesis: formada está, es de izquierda y tiene experiencia política. El problema tal vez no sea su perfil, sino los márgenes de maniobra que pueda tener para impulsar cambios pues solo le queda un tercio de sexenio. 

POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA

COLABORADOR HERALDO RADIO

@ARTURO_RDGZ

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