LA VIDA SIENDO MUJERES

Mujeres: No están solas, la vida con amigas sabe mucho mejor

Ser mujer no es fácil, pero en compañía podemos levantarnos, luchar, superar los miedos y valorar la vida, porque sí podemos contra todo

OPINIÓN

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Laura Elena Gerdingh / La vida siendo mujeres / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Siempre que me esfuerzo por hacer algo, la vida me recompensa con algo lindo. Por eso busco generar oportunidades y tomo las que se me presentan, soy valiente y me arriesgo, soy decidida y actúo. Esto no quiere decir que no sienta temor, dudas, inseguridades, quiere decir que éstas no me paralizan.

La aventura de escribir un libro, publicarlo y ponerlo a la venta ha estado llena de oportunidades, retos, riesgos y me ha llenado de momentos muy gratificantes y hermosos. Uno de ellos fue lograr que esté a la venta en Gandhi.  Esta satisfacción se convirtió en un nuevo reto. Nadie me conoce, nadie sabe de mi libro, ¿cómo lograr que se venda? 

A pesar de que me daba pena, decidí pedir ayuda en redes con el siguiente mensaje: Hace unos años me dio cáncer y en el momento mas difícil en el que el pronóstico indicaba que me iba a morir, mi amiga Fati me llamó para decirme:

Sí se puede, es ardua la batalla pero sí se puede, yo te ayudo

Su apoyo me cambió la vida por que me devolvió la esperanza. Es mi sueño hacer eso por quienes puedan necesitarlo. No sólo si están enfrentando al cáncer, también cualquier otra enfermedad física o padecimiento emocional. Por eso escribí un libro: “Cáncer escogiste a la cabrona equivocada. Me querías matar y me llenaste de vida”.

Gandhi me hizo un pedido grande. Si en 3 meses no se ha vendido te lo regresan, quienes han leído mi libro me dicen que les ayuda mucho. Y, pedía ayuda compartiendo la información y contactándome con quien pudiera entrevistarme, la respuesta de la gente fue hermosa.

 Muchos decidieron apoyarme re-enviando mi mensaje. Varias personas me llamaron decididas a ayudarme haciéndome una entrevista, hasta salió un reportaje de mi libro en el noticiero de Hechos. 

Vencer mi pena valió la pena, las personas fueron empáticas y solidarias y me ayudaron y transmitir un mensaje de aliento y de apoyo a quienes puedan necesitarlo a través de dichas entrevistas.  Además el libro se empezó a vender y hasta se agotó en algunas sucursales.

Vencer nuestras inseguridades y miedos, es nuestra mayor fortaleza

Por otro lado, el agente de Gandhi me sugirió que hiciera una presentación del libro. Escribí a la encargada de eventos de la librería y empezamos a organizar todo. Le pedí a mi amiga Fati que si lo podía presentar con cierto temor de que se negara, pues le estaba pidiendo que cancelara toda una tarde de pacientes. Pero ella me dijo que se sintía honrada y se mostró tan entusiasta que me ayudó a dimensionar lo que implica tener la presentación de un libro que escribí yo.

La fecha se iba acercando y yo estaba apanicada de que nadie fuera, ya que era en la sucursal de Bellas Artes y en viernes por la tarde es muy complicado llegar. No dormía preocupada de hacer el ridículo si nadie asistía, de sentirme fracasada, de hacerle perder su tarde de trabajo en balde a Fati. Cuando ella escuchó mis preocupaciones empezó a convocar a sus amistades. 

A pesar de mis inseguridades, temores, pánicos, angustias, preparé un pequeño pero emotivo escrito para leer por si alguien sí asistía. Quería compartirles algo lindo. Compré un par de macetas con orquídeas para que el lugar se viera acogedor.  Cuando dieron las 5:00 de la tarde empezó a llegar la gente. Esperábamos 30 personas y llegaron 40, la mitad eran amigos de Fati. 

Estuvo verdaderamente emotivo. Las palabras de Fati fueron como ella, bellas y generosas. Mis hijas estuvieron atentas y se veían orgullosas de mi. Lloraron mucho, lo cual me da gusto, no por que sea sádica sino, por que quiere decir que hay cosas de lo que vivimos que aún no han terminado de elaborar y esta experiencia les permitió seguirlo procesando. Al final exalumnas, amigas y hasta gente que no me conocía hablaron y tocaron mi corazón.

Como mi amiga Paluette que me dijo: Quiero agradecerte la forma tan linda que tienes de disfrutar la vida, lo hacías antes del cáncer, lo hiciste durante el cáncer y lo haces ahora y lo contagias. No sé cómo se guardan los recuerdos pero si se guardaran en una cajita quisiera regalarte la mas bonita para que guardes ahí el recuerdo de este día y cuando la abras te vuelvan a brillar los ojos como hoy.

Yo también le agradecí a ella por que este día tan lindo no hubiera sabido igual si no lo hubiera podido compartir con mis amigas. Por que como dijo Katia, que de forma muy cariñosa aceptó presentarnos a mi y a Fati:

Mas que ser amigas somos hermanas por lo que hemos compartido y por la forma en la que lo hemos compartido

Por favor, cuando dudes si hacer algo o no hacerlo hazlo atrévete. Seguro algo bueno saldrá y si puedes acompañarte de gente linda mejor. Espero que leas mi próxima columna, por que con mucho cariño te compartiré parte de lo que Fati y yo dijimos en la presentación.
 

Por: Laura Elena Gerdingh

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@LGERDING