COLUMNA INVITADA

El capital humano y el sector de autopartes

Uno de los ejes centrales de la industria automotriz y de autopartes radica en la calidad del capital humano. Al ser una industria intensiva en tecnología, requiere de mano de obra altamente especializada y calificada

OPINIÓN

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Francisco González Díaz / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Uno de los ejes centrales de la industria automotriz y de autopartes radica en la calidad del capital humano. Al ser una industria intensiva en tecnología, requiere de mano de obra altamente especializada y calificada.

En este sector, México ha sido reconocido por su mano de obra calificada y altos estándares de calidad. Una muestra de ello es que Maru Escobedo, CEO de BMW Group México, destacó recientemente que al producir la segunda generación del M2 de manera exclusiva para el mercado global, queda demostrada, una vez más, la alta capacidad del talento humano que hay en México. No es la única que ha hecho una declaración que subraya el talento del país. Otras armadoras, desde Ford y GM hasta VW, han resaltado al capital humano como una de las ventajas competitivas de México.

No hay duda alguna de que la alta calidad de la mano de obra mexicana está atrayendo más producciones hacia nuestro territorio. Esto quiere decir que se seguirán creando empleos y que la demanda de capital humano especializado seguirá en aumento. Por esta razón, desde hace varios años, la Industria Nacional de Autopartes detectó la necesidad de impulsar el desarrollo de talentos con este alto nivel de especialización.

Con ese objetivo en mente, firmamos convenios recientemente con el Tecnológico de Monterrey, así como con el Centro de Especialización de Recursos Humanos de Alto Nivel para el Sector Automotriz (CERHAN). Ambos instrumentos tienen como eje al capital humano para mejorar la competitividad del sector. Buscan que la industria cuente con el talento específico para hacer frente a las nuevas tecnologías.

Este último punto es importante, pues el futuro de la movilidad está caminando hacia la sostenibilidad, el uso de energías limpias, vehículos eléctricos, de hidrógeno o, incluso, no tripulados. Podemos inferir que la necesidad de especialización de nuestro capital humano será cada vez mayor en las próximas décadas.

Esta evolución hace que sea fundamental impulsar el upskilling (formación para optimizar el desempeño), el reskilling (reciclaje laboral) y el modelo de formación dual. Sin embargo, el impulso mayor debe estar enfocado en promover que las nuevas generaciones aprovechen también las oportunidades que ofrecen las carreras de Técnico Superior Universitario (TSU).

El estudio «La educación técnica superior universitaria como uno de los detonadores del crecimiento en México», realizado en conjunto por ProMéxico y Laureate en 2015, identificó la oportunidad que existe para los TSU en el país. En épocas anteriores, la mayoría de los estudiantes —ya sea por costumbre o desconocimiento— optaban por licenciaturas o ingenierías, sin considerar los grandes beneficios de egresar como TSU, entre ellos: la alta demanda de mano de obra calificada por parte de las empresas empleadoras; la oferta insuficiente de técnicos con conocimientos especializados; la rápida inserción en el mundo laboral; el aprendizaje enfocado en las áreas operativas específicas requeridas por el sector; los menores costos de matriculación; y los salarios más altos (por encima incluso que algunas licenciaturas e ingenierías).

Particularmente, me gustaría profundizar en este último punto, ya que es uno de los que más puede interesar a aquellos jóvenes que están en proceso de decidir su carrera. El estudio antes mencionado concluyó que el salario promedio del TSU sobrepasa al de un egresado de licenciatura o ingeniería en el nivel salarial bajo.

Reafirmando lo anterior, el estudio «Compara Carreras 2019», realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), reveló que las carreras de TSU mejor pagadas ganan más que las carreras universitarias. Entre los hallazgos del reporte de 2022 se encuentra que el 61 por ciento de los jóvenes con una carrera técnica accedió a un empleo formal (acceso a seguridad social, mayores prestaciones, protección jurídica), lo cual es 20 por ciento superior a lo alcanzado por quienes solo estudiaron el bachillerato.

Por su parte, OCC mundial informó que aproximadamente cuatro de cada 10 empleadores tienen problemas para encontrar personal calificado en áreas técnicas, por lo que resaltó la importancia de impulsar las carreras TSU, debido a que la demanda del mercado laboral es amplia. Igualmente, OCC mundial dio a conocer que las carreras de TSU relacionadas con el sector de transporte son las que tienen uno de los salarios más altos.

Finalmente, es necesario un enfoque colaborativo de la triple hélice, entre el sector público, el privado y la academia, que permita tener congruencia entre lo que se enseña en las aulas y las nuevas habilidades que se requieren para los trabajos del presente y del futuro. De aquí surge la importancia de entender cuáles son las necesidades de la industria de autopartes y, a partir de ello, diseñar y desarrollar programas educativos que respondan a ellas.

De este modo, se sabrá qué tipo de talento formar y las competencias intelectuales y tecnológicas que se deben desarrollar para detonar la productividad y competitividad de este sector prioritario para México, el cual genera cerca de 900,000 empleos y atrae más de 4,000 mdd de Inversión Extranjera Directa al año.

POR FRANCISCO GONZÁLEZ DÍAZ
PRESIDENTE EJECUTIVO DE LA INDUSTRIA NACIONAL DE AUTOPARTES

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