El desabasto de gas en Europa es la primera crisis energética verdaderamente global de la historia, así lo ha calificado la Agencia Internacional de la Energía (AIE), sobre todo a partir del conflicto bélico en Ucrania, que han tenido como consecuencia el envío errático y la reducción del suministro de gas por parte de Rusia a Europa.
Con ello, se acabó la zona de confort en la que vivió la Unión Europea (UE) durante años y, principalmente, para países como Alemania que basaron su crecimiento económico en el gas de Rusia, que desde septiembre del año pasado inició una desaceleración de los envíos.
Pero esta astringencia energética se agravó a partir del 24 de febrero, fecha de la invasión a Ucrania, cuando el suministro ruso a través del gasoducto Nord Stream se redujo a 40 por ciento, y con el argumento de la realización de trabajos de mantenimiento lo ha disminuido hasta 20 por ciento de su capacidad.
Para Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, no se puede descartar un corte total de parte de Rusia, por lo que ha hecho un llamado a los países integrantes del bloque europeo para tomar medidas para proteger el bienestar de millones de personas y sus economías, preparándose, desde ahora, para la temporada invernal.
Fatih Birol expone en un documento titulado Las acciones coordinadas en todo Europa son esenciales para evitar una gran escasez de gas: aquí hay 5 medidas inmediatas, pone en perspectiva el desafío que enfrentará Europa al comienzo de la temporada de calefacción de invierno, que arranca el 1 de octubre, al plantear que incluso si la UE logra un almacenamiento de gas de 90 por ciento para sobrellevar la próxima temporada invernal, aún así podrían registrarse interrupciones de suministro en la última temporada de calefacción.
Mientras que la Unión Europea hace todo lo posible para lograr el almacenamiento de 90 por ciento, para lo cual la AIE calcula que debe ahorrar en los próximos tres meses 12 mil millones de metros cúbicos, equivalente a 130 buques cisterna de gas natural licuado; su contraparte, Rusia, desde su invasión a Ucrania, ha aumentado en casi tres veces los ingresos que genera por exportaciones de petróleo y gas a Europa durante todo un invierno.
Las cinco medidas que recomienda el director ejecutivo de la AIE a los líderes europeos para anticiparse al próximo invierno y evitar la escasez de gas son: incentivar a los usuarios de gas industrial a reducir la demanda; minimizar el uso de gas en el sector eléctrico, aumentando temporalmente el carbón y petróleo en su generación; mayor coordinación entre los operadores de gas y de electricidad; reducir la demanda de electricidad en los hogares y, sobre todo, en los edificios públicos; y armonizar la planificación, en el entendido de que, para superar la actual crisis, se necesita una acción coordinada y unificada de todas las partes involucradas.
POR MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ENERGÍA
@MANUEL_RDGN
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