LA NUEVA ANORMALIDAD

Olivia y la memoria

Antes que nada, Olivia Newton-John fue uno de los grandes nombres de la música country

OPINIÓN

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Nicolás Alvarado / La Nueva Anormalidad / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Antes que nada, Olivia Newton-John fue uno de los grandes nombres de la música country. Su primer sencillo de relativo éxito, en 1971, fue un cover de la canción “If Not For You” de Bob Dylan: folk rock, sí, pero teñido de referencias sonoras a la música campirana estadounidense. Su segundo fue una balada popular del siglo XIX –“Banks of the Ohio”– que había conocido múltiples grabaciones de cantantes country en la primera mitad del XX. Y en 1973, con la ya orondamente country “Let Me Be There”, habría de alcanzar el Top 10 estadounidense y de ganar no sólo el Grammy sino también el premio de la Country Music Association a Mejor Vocalista.

El asunto le valió la ira de una parte de la comunidad musical de Nashville, airada de que una británica de origen alemán trasplantada a Australia los hubiera derrotado en el que asumían su propio terreno. De ahí que, mientras Olivia seguía incendiando las listas de popularidad con versiones acaso definitivas de canciones de John Denver, Linda Hargrove y Dolly Parton, la hermana de esta última, Stella –cantante y compositora de éxito en los 70–, escribiera y grabara en un acto de suprema elegancia una “Ode to Olivia” que reivindica el derecho de una country girl a no haber nacido en Tennessee, y que concluye su letra con un sentido y simpático “We honestly love you”. (La curiosidad musical está disponible en Spotfy.)

Ya sólo por lo que consigno de manera apretada en los últimos párrafos, Olivia Newton-John merece un lugar en la historia tanto de la música popular como de la cultura. Pero fue e hizo más: transitó con soltura al pop para adultos con éxitos como la ya referida “I Honestly Love You”, “Have You Never Been Mellow” y “Sam”; patinó a la inmortalidad camp (y bailó tap con Gene Kelly) en Xanadu, curiosidad cinematográfica delirante que trascendió su propio fracaso para devenir clásico de culto masivo. Con “Physical” no sólo grabó el sencillo más exitoso de los años 80 sino que desafió la moral de la moralina MTV al ilustrarla con un video que reunía el furor que entonces desataban los aeróbics con una narrativa gay en clave de comedia; devino precursora del electropop con éxitos como “Heart Attack” y “Twist of Fate”.

Además, se dejó fotografiar con inesperada inspiración usado por el gran Helmut Newton para su infravalorado álbum Soul Kiss; venció repetidos diagnósticos de cáncer de mama a lo largo de 20 años y recaudó millones para el combate de ese padecimiento. Hizo algo mejor que sobrevivir: vivió muchas vidas artísticas y tocó muchas vidas humanas.

Además, claro, filmó Vaselina con John Travolta. Película icónica. También mera nota a pie de página en una historia de vida que la incorpora pero la trasciende.

(Sirva esto no sólo para recordar a Olivia Newton-John sino para tener presente la olvidada importancia de la memoria.)

POR NICOLÁS ALVARADO

IG: @nicolasalvaradolector

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