DEFINICIONES

No, no es un desastre

La economía mexicana está lejos del desastre que algunos auguran y otros, frotándose las manos, aguardan

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En un país polarizado, la pasión nubla la razón; el deseo, los argumentos. Hay quienes convencidos de lo que creen y seguros de ser portadores de “la verdad”, desestiman cualquier dato que no esté alineado con la opinión propia. Pero la realidad es terca. Se impone, guste o no. Sucede en muchos temas, y ocurre ahora cuando hablamos del comportamiento del PIB. 

Pareciera que a más de un opositor del actual gobierno no le gusta que nuestro país, según reportó Inegi el pasado viernes, sea uno de los pocos donde se registra crecimiento económico en el mundo. 

Les sería más redituable —y lucrativo, quizá—, que la economía se estancara o cayera. Por extraño que resulte, un desastre económico les vendría mejor en su narrativa contra el gobierno del presidente López Obrador. Acá hemos sido críticos de no pocas decisiones de la actual administración. Para no ir más lejos, el pasado viernes señalamos la demagogia que hay detrás de la “pobreza franciscana” impulsada por AMLO, y un par de días atrás criticamos que se arrope y defienda, desde Palacio Nacional, a un régimen dictatorial como el cubano. 

Pero las cosas como son: la economía mexicana está lejos del desastre que algunos auguran y otros, frotándose las manos, aguardan. La economía mexicana creció. Poco, pero creció: 1% en el segundo trimestre del año. El PIB nacional acumula tres trimestres de crecimiento al hilo. En su comparación anual, en el segundo trimestre del año, aumentó 1.9%. ¿Es poco? Sí. Pero es mejor que nada y, sobre todo, es mucho más de lo que crecen otras economías del mundo. Dimensionemos. La economía de EU se contrajo 0.9% y acumula dos trimestres cayendo; está en ruta hacia la recesión.

 La de Rusia, decreció 0.8%. La de Japón, 0.1%. Otras, de potencias económicas, como Alemania y Singapur, están en cero. Y las que crecen, lo hacen con alzas menores a la reportada en nuestro país: China subió 0.4% y Francia 0.5%, por ejemplo. No, aunque a algunos no guste, no vivimos un desastre económico.

Por supuesto que preocupa la inflación por encima del 8% -8.16%-, pero en EU está por encima del 9%, en Brasil del 10% y en Argentina del 40%. Estamos lejos de la gloria, sí, pero también del colapso. La situación actual es retadora, indudablemente, pero da para ver el vaso medio lleno. Sobre todo, porque la economía mexicana —y mundial— ha dado pocas buenas noticias en los últimos años. Esta hay que disfrutarla, y también entenderla. 

La palanca para el crecimiento en México es la industria, mucha de ella de exportación. Es decir, salimos adelante porque la manufactura mexicana se vende bien en EU. Por eso hay que cuidar el T-MEC. La inflación sigue siendo un foco de alarma. Mientras no se controle, el crecimiento es vulnerable y frágil. En un mundo donde la economía está enferma, mientras varios países están en terapia intensiva, nosotros nos encontramos convalecientes en casa.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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