La creación de un Museo Nacional de Arte en México fue un proyecto largamente anhelado por distintos actores desde mediados del siglo XIX, y los intentos para llevarlo a cabo constituyeron el origen de las colecciones de arte que hoy resguarda el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en sus museos y recintos culturales.
En noviembre de 1934 se inauguró el Palacio de Bellas Artes, esto dio origen a dos intentos importantes de presentar una visión panorámica del arte mexicano que tuvieron lugar en este mismo inmueble. Aunque nunca cayó en desuso, el Museo de Artes Plásticas (1934-1946) pronto cambió su vocación por la de galería de exposiciones temporales.
En julio de 1981, bajo decreto presidencial, se estableció que el Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas albergara al Museo Nacional de Arte, inaugurado el 23 de julio de 1982, compartiendo el inmueble con Telégrafos Nacionales. Más de 15 años después se hizo necesaria una remodelación integral del recinto y nació el Proyecto MUNAL 2000 que, al haber logrado la cesión definitiva de los espacios del inmueble, permitió formular un plan que incluyera desde un adecuado proyecto arquitectónico, hasta un planteamiento curatorial que respondiera a la exigencia de un museo en el que se diera una idea general de la producción plástica mexicana a través del recorrido histórico-artístico, al tiempo que incluyera un recorrido alterno que enriqueciera la experiencia del visitante.
El Proyecto MUNAL 2000 logró que se extendieran las funciones de la institución y se ampliara el acervo a otras disciplinas, entre ellas, escultura, artes gráficas, dibujo, fotografía y artes populares. Gracias a un programa de adquisiciones, donaciones, adjudicaciones y comodatos, se consolidó la colección y se conformó un guión integral con mejor uso de los espacios.
El MUNAL cumplió 40 años y es un ejemplo indiscutible de las dificultades que implica realizar un proyecto museístico de importancia en México, pues tuvieron que pasar más de 100 años para un acercamiento adecuado a esta solicitud.
Actualmente, con la reciente donación de la colección del poeta Carlos Pellicer, incrementó en casi 9 mil piezas su acervo; es el más importante del país al reunir obras de entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XX. En este recinto único, de gran valor histórico, arquitectónico y artístico, se reúnen las escuelas, estilos, técnicas y temáticas que dieron vida a la plástica mexicana por casi cinco siglos, testimonios de las preocupaciones estéticas de nuestro país.
Por ello, el MUNAL debe ser el punto de referencia en el estudio y divulgación del arte mexicano, el cual debemos observar y estudiar dentro de un contexto global y en sincronía con la Historia del arte universal, para que esta institución continúe viva y se mantenga la relación con sus diferentes audiencias. De esta forma, se deben promover nuevos programas, lecturas y acercamientos, destacando el acervo del museo y la extraordinaria relevancia de sus colecciones, tanto en sus salas de exhibición como en todo nuestro país y fuera de nuestras fronteras.
POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL Y @MUSTWANTEDG
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