TRES EN RAYA

Boris Johnson, otro payaso para la historia

El perfecto despeinado, quien más de una vez se ufanó de tener una vasta cultura (cierto)

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El perfecto despeinado, quien más de una vez se ufanó de tener una vasta cultura (cierto), así como el más grande conocimiento de la historia inglesa (no del todo cierto), Boris Johnson presentó su dimisión el jueves pasado.

Antes perdió el apoyo de su partido y más de 50 miembros de su gabinete renunciaron ante la ola de escándalos que involucran a su gobierno. El hecho es que terminó dimitiendo, con la salvedad de que dejará el poder hasta que un nuevo líder del partido conservador sea electo.

Desde hace ya algunos años, el ex primer ministro John Major —también del ala conservadora— calificó a los integrantes del gobierno de Johnson de “corruptos difíciles”. Escandaloso; su propio partido terminó denunciando la falta de integridad de Johnson en el cargo y pidió su renuncia. Llama la atención y se agradece, cuando los políticos ven más allá de sus filias partidistas y pueden ver los errores y sandeces de quien es su correligionario.

El primero en poner el ejemplo fue Rishi Sunak, quien renunció a ser ministro del “Exchequer” (una mezcla de secretario de Hacienda y Economía). El martes presentó una carta pública con la siguiente introducción: “El público espera que el gobierno sea conducido adecuada, competente y seriamente. Reconozco que este puede ser mi último trabajo ministerial, pero creo que vale la pena luchar por estos estándares y por ello es que renuncio”.

La portada de la revista “The Economist” le dedicó su portada a Boris Johnson y, entre broma y mofa, pusieron que se trataba del “clownfall”, esto es, la caída del payaso. Y ello porque no solo tuvo yerros descomunales en el gobierno, sino que hizo muy pública su vida privada.

Boris Johnson fue el primer ministro conservador con mayor número de votos obtenidos en la historia de ese país (algo así como López Obrador con Morena), y quien más instigó la consulta popular del Brexit (era alcalde de Londres); y ya como primer ministro hizo todo para cristalizar la salida del Reino Unido de la Unión Europea (evoca la consulta popular en México que tuvo lugar para cancelar en NAICM).

Prometió que con el Brexit se lograría un futuro mejor, el cual se derivaría de una supuesta recuperación de la autonomía frente a las instituciones comunitarias y que ello tendría como resultado menores costos para los consumidores británicos. Pero sucedió lo contrario. La autosuficiencia en el mundo que vivimos resulta demasiado cara e imposible de lograr (si ustedes pensaron en la autosuficiencia petrolera prometida por López Obrador, es mera coincidencia). Y, bueno, las promesas de Boris y sus otros datos presentados se toparon con una dura pared llamada realidad.

El Brexit impactó en el Reino Unido al tener compras por internet más costosas si provienen de la Unión Europea; más impuestos, aranceles y mayor cantidad de papeleo; incontables problemas con trabajadores agrícolas temporales, y un largo etcétera. Todo gracias a un capricho sin bases que muchos compraron y que se basó en un nacionalismo sin razón de ser.

Boris Johnson será recordado como el hombre que llevó al Reino Unido al despeñadero del Brexit. Tan solo eso lo clasifica entre los peores ministros de la historia inglesa.

La reina Isabel II recibirá (o ya recibió) la renuncia de Boris, el que superó la marca de muchos otros primeros ministros (15 a lo largo de su reinado). Sí, seguramente será el peor político inglés que ella recordará; un payaso más para la posteridad.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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