OJOS QUE SÍ VEN

Una mujer valiente

La vi llegar con dificultad a la sala de Sesión Permanente del Senado de la República

OPINIÓN

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Jesús Martín Mendoza / Ojos que sí ven / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La vi llegar con dificultad a la sala de Sesión Permanente del Senado de la República. Apoyada en sus bastones, Laurie Ann Ximénez-Fyvie acudía a la invitación que la senadora Kenia López Rabadán le hizo para que, en el corazón del Senado, presentara su más reciente libro “Las Vidas que No Contaron” y que revela la verdad sobe los muertos por la pandemia de Covid-19 en México.

A la doctora Ximénez-Fyvie sólo la conocía por teléfono o bien por enlaces vía zoom en el programa de televisión. Fue la primera vez que conocí a la mujer valiente que, a pesar de todo el aparato de gobierno, se ha levantado con coraje y decisión a denunciar la impericia, la soberbia y el poco interés que la presente administración tiene hacia la pandemia y las víctimas mortales de esta enfermedad, el Covid-19.

No conocía su condición ni sus limitaciones de movimiento. Al instante un sentimiento de admiración recorrió todo mi ser. Una investigadora mexicana, laureada en la Universidad de Harvard, atacada cobardemente desde el anonimato de las redes sociales, aparecía en la máxima tribuna legislativa del país, emocionada, nerviosa, pero segura del texto que acababa de escribir.

Con enorme orgullo nos presentó a su hijo, que pulcramente vestido de traje y corbata, no ocultaba la alegría y emoción que le provocaba acompañar a su madre a tan importante acontecimiento: presentar su más reciente libro que, a decir del ministro en retiro José Ramón Cossío, es sin duda un texto imprescindible para conocer la verdad de los datos y fincar responsabilidades en el futuro a los autores de la tragedia en el manejo de la pandemia en nuestro país.

Mi admiración por la doctora Ximénez-Fyvie fue total. Frente a todos reconoció como fue y es atacada a través de las redes sociales, pero lejos de claudicar en su esfuerzo por decir la verdad, esta valiente mujer, investigadora mexicana, decidió escribir este texto en tiempo real para dejar testimonio de lo que se hacía en México durante la segunda ola de sars-cov2.

“Las vidas que no contaron” es un texto que se convierte en una memoria de lo que hemos vivido, planteó el diputado Salomón Chertorivski durante la presentación de el libro. Una memoria que busca dejar plasmada una serie de errores, imprecisiones e impericias sobre el manejo de la pandemia, la vacunación, y la desinformación sobre el uso de cubrebocas.

Un texto que plantea el problema administrativo para la presente administración en la incorrecta contabilización de los fallecidos, y el problema moral que implica no reconocer la cantidad de muertos y con ello restarles importancia. En el senado fuimos testigos de un ejercicio de libertad y de información como no se había visto.

Y para lograr eso se necesita mucho valor. Felicidades doctora Ximénez-Fyvie.

Corazón que sí siente

Vaya osadía. Plantear el desmantelamiento de la estatua de la libertad en Nueva York. Bajo ese criterio, desmantelemos la columna del Ángel de la Independencia. ¿Cuál independencia? Los niveles de megalomanía ya alcanzan niveles preocupantes.

POR JESÚS MARTÍN MENDOZA
JESUS.MARTIN.MENDOZA001@GMAIL.COM
@JESUSMARTINMX

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