ARTICULISTA

De sobremesa con Alfredo Castañeda

La exposición que se presenta en Casa Nuestra permite conocer la vida y la obra del reconocido artista mexicano

OPINIÓN

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Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hace doce años murió en Madrid uno de los pintores mexicanos más originales del siglo XX. Afincado en España desde 1991, Alfredo Castañeda fue un autor que creó un lenguaje artístico propio, único, introspectivo y fantástico, para expresar un mundo pictórico en el que combinó lo real y lo intangible.

A lo largo de su destacada carrera, Alfredo Castañeda dio muestra de su talento excepcional. La importancia de este autor reside en que su propuesta artística mezcla elementos que hacen que su obra siga teniendo vigencia en la actualidad. Sus pinturas poseen una profundidad espacial y una fuerza de color que invaden al espectador, llevándolo de un primer impacto sensorial a una vivencia más profunda, invitándolo a mirar hacia el infinito. Cada elemento de sus composiciones participa en un todo elocuente, en sus obras no hay nada accidental; Castañeda ordena todo con equilibrio entre el detalle y el conjunto, una construcción donde el color es supremo y su tratamiento lo ahonda como elemento constructivo y compositivo, cargado de una fuerte emotividad y espiritualidad.

La pintura de Castañeda, como dijo Alberto Ruy Sánchez, habla de ese anhelo espiritual, de esa necesidad de emprender un viaje o de estar ya en él. Un viaje que se sabe lleno de obstáculos, de encuentros inesperados y de nuevos retos.

La exposición De sobremesa con Alfredo Castañeda, que se presenta en Casa Nuestra, en la antigua sede del Senado de la República, está integrada por más de 60 obras, entre óleos, dibujos y obra gráfica, que van de 1960 al 2010. La selección de piezas da cuenta de la gran capacidad como pintor y dibujante de este creador, a la vez que explora sus distintos lenguajes plásticos, en el que se destacan un grupo de pinturas creadas en España, nunca antes vistas en México.

La curaduría de la muestra, a cargo de Marina Castañeda, nieta del artista, propone un encuentro más íntimo, en el que el público se enfrenta al trabajo de Alfredo Castañeda, sin seguir una cronología o un orden temático, para conocer las distintas líneas de exploración por los cuales transitó a lo largo de cinco décadas. Por ello, está planteada a partir del concepto de “sobremesa” y de todo lo que puede llegar a suceder en el hecho de permanecer sentado en una mesa.

Asomarse al taller de un artista es una oportunidad especial para conocer una pequeña parte de su mundo. Su estudió significó el lugar en donde podía continuar con su trabajo pictórico y era, además, un espacio de silencio e introspección; un templo creativo, una escuela de pensamiento para encontrar la sensibilidad. Así, en la muestra se reconstruye este espacio gracias a algunos de los objetos originales del artista, aquellos de mayor interés, los cuales nos permiten conocer su organización, sus materiales, su manera de trabajar o, incluso, su proceso emocional o intelectual.

A 31 años de que decidió cambiar su lugar de residencia a Madrid, este regreso de su obra a México significa la oportunidad para que el público se acerque nuevamente a un artista dueño de un lenguaje único, a un autor que vivió una vida intensamente creativa entre dos espacios geográficos de realización y de sueños: México y España.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL Y @MUSTWANTEDG

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