DES... PROPÓSITOS

Cuba: Apagones y verborrea política

Se estima que en los últimos siete meses más de 100 mil personas escaparon del régimen que los tiene bajo un estado de vigilancia

OPINIÓN

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Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hasta el propio presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reconoció ante sus coterráneos la incapacidad de su país para generar la energía eléctrica que se requiere, lo que ha traído nuevas protestas, como las que estremecieron a su gobierno en julio de 2021, y que dejaron como saldo alrededor de 700 presos políticos. La situación de pobreza y represión de parte del gobierno ha provocado que continúe la huída de cubanos. Se estima que en los últimos siete meses más de 100 mil personas (1% de la población) han escapado del régimen que los tiene bajo un estado de vigilancia, peor que el practicado en la Alemania Oriental de Honecker.

El gran problema de Díaz-Canel es que ya no sabe cómo justificar la ineficiencia productiva de la isla, que no ha superado el cordón umbilical que la unía a la extinta URSS. No es posible que en más de 60 años del modelo socialista no hayan tenido la capacidad de desarrollar una incipiente industria, para satisfacer los mínimos de bienestar de su población.

A 69 años de la toma del cuartel Moncada —movimiento que llevó al poder a los Castro—  ya no es creíble el anquilosado slogan de que todos sus males se los deben al bloqueo de EU.  Los bienes y servicios que debería proveer el Estado son escasos, las colas para la obtención de víveres son larguísimas, sin la garantía de que al llegar al mostrador haya suministros. La gente se cansó de sufrir las insuficiencias y carestías. Las dádivas que recibe Cuba de países amigos no alcanzan; además, según se dice, en algunas ocasiones son acaparadas por la élite gubernamental.

La situación de los apagones que pueden durar horas, se suma a la escasez de bienes necesarios para la vida diaria, lo que ha generado protestas nocturnas inusuales con calderos y sartenes que muestran la irritación de la población.

Para Díaz-Canel, estas multitudes “están respondiendo a lo que quiere la contrarrevolución y a lo que quieren los que los tienen bloqueados”. En una de sus últimas Asambleas Nacionales en que se analizó la “sumamente compleja situación” que enfrenta el país en materia eléctrica, el mandatario dijo que “algunos aprovechan para decir alguna consigna contra la Revolución y otros participan en hechos vandálicos”.

Las grandes preguntas de hoy  son por qué las dirigencias cubanas que durante tantos años se han jactado de haber creado un sistema educativo avanzado, no han encontrado fórmulas para desarrollar una industria incipiente que les permitiera producir, en este caso, los suficientes generadores de energía eléctrica.

A estas alturas, ya no se vale que se siga culpando a EU. Si bien el embargo ha sido lesivo para su economía, no resultó el modelo aplicado;  entonces es hora de reconocerlo y  abrir el país a cauces más democráticos donde la población, por sí misma, encuentre salidas a la pobreza impuesta por un régimen de privilegiados que probadamente ha sido incapaz de llevar “justicia social” al sufrido pueblo cubano.

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA

ANALISTA ECONÓMICO

MAAZ