COLUMNA INVITADA

Reid Hoffman: la persona que fundó una red social durante sus vacaciones

Tras tremendo éxito, Hoffman decidió tomarse un año sabático (más que merecido). Fue a visitar a su mejor amigo Ned a Australia

OPINIÓN

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Itziar Gómez / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ahora que es temporada de vacaciones y que muchos y muchas de nosotras salimos a desconectarnos del trabajo, quise compartir con ustedes la historia de una persona que aprovechó esta etapa para construir una de las redes sociales más importantes del mundo (y, personalmente, la que a mí más me gusta): LinkedIn.  

Todo empezó en 2002, año en el todavía escuchábamos a Britney Spears en Napster y utilizábamos ICQ para enviar mensajes. Reid Hoffman era por entonces parte del equipo ejecutivo de PayPal en la emergente Silicon Valley. A sus 35 años y con ritmos de más de 100 horas laborales a la semana, logró ser parte de la “Mafia de PayPal”, conformada por ahora gurús de los negocios como Elon Musk y Peter Thiel. Esta mafia vendió PayPal a Ebay en 2002 por 1,500 millones de dólares. Aunque en el entorno actual el monto no es significativo, esta venta sigue siendo icónica dos décadas después. Para los especialistas del “venture capital” es como el “antes” y el “después” en Silicon Valley.  

Tras tremendo éxito, Hoffman decidió tomarse un año sabático (más que merecido). Fue a visitar a su mejor amigo Ned a Australia. Una tarde estaban ambos platicando cuando Ned le pregunta a Reid sobre sus próximos planes. Entonces Hoffman le platica a Ned de su sueño de crear una red social que pudiera transformar la vida económica de las comunidades, así como Friendster (creada unos meses atrás) estaba cambiando la vida de las personas. Su explicación sobre el concepto de esa red social era tan vaga como las ideas que muchas emprendedoras y emprendedores a veces tenemos; todavía etérea y sin estructura. Hoffman buscaba que esta nueva red social pudiera apoyar a las personas, a sus familias y a sus comunidades.  

Ned le sugirió a Reid dejar su año sabático y volver a Silicon Valley de inmediato a echar a andar su idea. Hoffman tomó la recomendación muy en serio y volvió a California para poner manos a la obra y fundar lo que hoy es la red social viva más antigua en la historia del Internet. Lanzada oficialmente el 5 de mayo de 2003, su historia no fue un éxito instantáneo. La recaudación de fondos no fue sencilla y logró ser rentable tres años después, en 2006, año en el que también alcanzó 5 millones de seguidores. LinkedIn tiene hoy 830 millones de miembros en 200 países y es propiedad de Microsoft desde 2016, empresa que adquirió a esta red social con un costo de 60 dólares por usuario; es decir, por un valor de 26,200 millones de dólares. 

Otras redes sociales que nacieron en esos primeros años del siglo XXI, como Friendster y MySpace, son ahora entradas en Wikipedia que pocos visitan o conocen. ¿Qué es lo que ha permitido que LinkedIn sobreviva y sea la más antigua, en un entorno tan voraz? Me parece que es una red social más genuina. A pesar de sus millones de miembros, es más difícil que se promuevan las “fake news” en LinkedIn, pues al compartir siempre se difunde el autor inicial, a diferencia de otras redes. Igualmente, el tono es más respetuoso y amigable. Y es una red donde la gente busca aportar a la trayectoria profesional de otros de manera más activa.  

Historias de éxito como la de Hoffman siempre son bien recibidas, porque nos recuerdan que cualquier persona, independientemente de su entorno o trayectoria, puede tener una buena idea, perseguirla y lograr influir positivamente en su entorno. Posiblemente, uno de los puntos que hace más relevante a LinkedIn fue la visión de Reid, que promueve hasta la fecha la construcción de conexiones significativas entre las personas.  

En su discurso ante los graduados de la Universidad de Vanderbilt este año, Hoffman resaltó la importancia del trabajo en equipo, de la amistad, de las conexiones significativas, las cuales nos permitan tomar decisiones pensando siempre en algo más grande… “Estando presentes, estando conectados con otros es donde prosperamos”, cierra Hoffman su mensaje a las y los jóvenes. Su historia nos muestra el valor de ser resilientes, persistentes y comprometidas. Y nos hace recordar que aún en un mundo hiperconectado, en un “metaverso”, son las conexiones reales y la amistad lo que le dan propósito y significado a nuestra existencia.  

Y, ¿quién sabe? Tal vez en tus próximas vacaciones, un amigo o amiga te impulse a seguir esa buena idea...  

POR ITZIAR GÓMEZ JIMÉNEZ
DIRECTORA DE PLASMAR COMUNICACIÓN

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