COLUMNA INVITADA

Brasil

En octubre próximo habrán de celebrarse elecciones generales en Brasil, se trata de un enorme ejercicio en el que se renovará la presidencia y vicepresidencia

OPINIÓN

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Abelardo Rodríguez Desales / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En octubre próximo habrán de celebrarse elecciones generales en Brasil, se trata de un enorme ejercicio en el que se renovará la presidencia y vicepresidencia, 540 escaños de su Congreso Nacional, gobernadores y vicegobernadores, así como congresos locales; de acuerdo con las autoridades electorales brasileñas, el padrón electoral se incrementó en dos millones de 2020 al cierre para estos comicios, por lo que ha llegado a 150 millones de posibles votantes. Cabe recordar que en Brasil se utiliza la urna electrónica desde 1996.

A esta contienda acuden, entre otros, el actual presidente de ese país, Jair Bolsonaro por el Partido Liberal y por sexta ocasión Luiz Inácio Lula da Silva por el Partido de los Trabajadores; desde el año 1989 Lula se ha presentado como candidato presidencial, ha sido presidente de 2003 a 2010 en dos periodos, y logró colocar a Dilma Rousseff en ese encargo de 2011 a 2016, año en el que fue suspendida de sus funciones por juicio político instaurado en su contra por el Poder Legislativo carioca.

Las acusaciones contra Rousseff fueron por probables hechos de corrupción en Petrobras, empresa petrolera mayoritariamente estatal de Brasil; es así que el Congreso nombró como sustituto a Michel Temer, quien sería el presidente en funciones para convocar a la elección presidencial de 2018.

En ese contexto Lula da Silva se presentó a las elecciones generales de 2018, pero desde 2015 pesaban acusaciones en su contra debido a que éste habría presionado para que la empresa Odebrecht obtuviera contratos públicos en el extranjero entre los años 2011 y 2014; las pesquisas de la denominada “Operación Lava Jato” (Operación lavado a presión) llevaron a la captura de Lula en abril de 2018 en plena campaña electoral, tras su detención el Tribunal Supremo Electoral anuló la candidatura del petista por lo que fue sustituido por Fernando Haddad a un mes de la jornada electoral. En estas circunstancias Bolsonaro gana los comicios.

El líder metalúrgico obtuvo su libertad en noviembre de 2019 y en marzo de 2021 un juez de la Corte Suprema del Brasil anuló todas las sentencias de prisión dictadas en su contra. El juez decretó que su colega Sergio Moro, quien llevó a da Silva a prisión, no tenía facultades para hacerlo, sin embargo, haberlo sacado de la contienda en 2018 le valió ser nombrado ministro de justicia por Bolsonaro.

Al más puro estilo de Donald Trump, el actual presidente de Brasil ha comenzado a deslizar la idea de que en los comicios de octubre podría haber un fraude electoral por una posible manipulación de las urnas electrónicas y reclama volver al voto impreso. Y es que de nueva cuenta Lula se presenta como favorito para ganar las elecciones, diversos sondeos de opinión sitúan al candidato del PT 10 puntos porcentuales por encima de Bolsonaro.

Resulta por demás interesante seguir esta contienda electoral, no solo por los antecedentes, también porque, de ser el caso, Brasil se sumaría a los recientemente instaurados gobiernos de Colombia y Chile autodenominados de izquierda.

POR ABELARDO RODRÍGUEZ

MAAZ

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