LA ENCERRONA

Lo que realmente importa

¡Nos están matando! Solo en junio se reportaron 89 feminicidios, 84 en mayo, 83 en abril, 75 en marzo, 83 en febrero y 79 en enero, en suma, solo en el primer semestre en México han matado a 493 mujeres, por el simple hecho de serlo.

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“Es una lucha que se continuará hasta que se haga justicia”, Mario Escobar.

El martes pasado se dio a conocer la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), correspondiente al segundo trimestre de 2022, realizada por el INEGI, resultando incrementos o decrementos marginales respecto al primer trimestre en la percepción de inseguridad en las ciudades de nuestro país. Esto podría leerse de manera superficial, como si no tuviera ninguna relevancia, sin embargo lo que quiero resaltar es que en un país como el nuestro, el aumento del porcentaje en la percepción social de inseguridad en ciudades como Uruapan, haya pasado de 86.6 a 86.7 o Guadalajara de 87 a 85 o en Monterrey de 71 a 72 o Cancún de 80 a 82 en este trimestre parecería una bagatela, pero no lo es, la percepción de inseguridad en México tiene niveles de países en pleno estallido social o bélico.

Si acercamos la lupa a dicha encuesta, encontramos que, en porcentaje, las mujeres nos sentimos mucho más inseguras que los hombres en actividades y lugares cotidianos, tales como los cajeros automáticos (M 82; H 70), transporte público (M 76; H 64), trabajo (M 33; H 28), escuela (M 26; H 17) e incluso en casa (M 23; H 17). Es evidente que la desigualdad con razón de género se intensifica en temas de seguridad. Y esto es muy claro, porque ¡nos están matando! Solo en junio se reportaron 89 feminicidios, 84 en mayo, 83 en abril, 75 en marzo, 83 en febrero y 79 en enero, en suma, solo en el primer semestre en México han matado a 493 mujeres, por el simple hecho de serlo.

De manera coincidente, también el martes se presentaron los estudios de la segunda autopsia a Debanhi Escobar, la joven de 18 años que sufrió el martirio de estar desaparecida del 8 de abril al 22 del mismo mes cuando la encontraron sin vida debido a “una contusión profunda del cráneo”, según la Fiscalía de Nuevo León. En este segundo estudio forense se ha determinado que, en realidad, la muerte de Debanhi se dio por asfixia, “…por sofocación en su variedad de obstrucción en sus orificios respiratorios”, informó el Dr. Felipe Takahashi, director del Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México. Quedando expuesto lo que el padre de Debanhi aseguró desde el primer momento: otro feminicidio en este país.

El día de ayer, otra noticia de esta índole llegó desde el Área Metropolitana de Guadalajara. Luz Raquel Padilla ha fallecido en un hospital de Guadalajara a causa de un ataque brutal en días anteriores. Desde el mes de mayo, Luz reportó ante la Fiscalía de Jalisco unas pintas (grafitis) que amenazaban: “Te vas a morir, machorra”, “Te voy a quemar viva”. También existieron amenazas en contra de su hijo Bruno, un niño de 11 años diagnosticado con autismo. Las autoridades no hicieron caso. El sábado pasado un grupo de personas roció con alcohol el cuerpo de Luz y le prendió fuego. Las autoridades callaron (o dijeron lo de siempre, “se abre carpeta de investigación”...nada).

Así, las cifras que se publican cada trimestre palidecen cuando se topan con la realidad. Se podrían llenar planas y planas de nombres de mujeres que han sido muertas en manos de feminicidas. ¿Qué tiene que pasar en nuestro país para que la indignación tome las calles? ¿Hasta cuándo tendremos que sufrir las brutalidades bárbaras que nos pasan a diario? Lo que realmente importa es que ninguna mujer en nuestro país debe de ser víctima de violencia con razón de género. 

*Escribo el nombre de las víctimas porque ninguna de ellas se nos va a olvidar. Ni una menos.

POR ADRIANA SARUR
ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM
@ASARUR

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