Hasta hace poco, se conocía con menor detalle la situación actual de la población mesoamericana. Recién salió el reporte, se sabe con mayor exactitud cuánto representa en la escala global y específicamente en la región mesoamericana.
El Fondo de Población de las Naciones acaba de plantear que cuando en los próximos meses el número total de personas en el mundo alcance nuevas cifras, sería un error, considerar que hay un número excesivo de personas en el planeta.
Para el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, el mundo contará con ocho mil millones de personas, según el estudio que realizaron sobre la prospectiva poblacional mundial para el año 2022, dado a conocer hace una semana.
El pico se alcanzará en América Latina y El Caribe antes del 2100. La pandemia es el factor que ya ha afectado más la expectativa de vida. En Bolivia y México ha afectado la expectativa de vida al nacer en el periodo de 2019 a 2021. De la región, Venezuela sobrepasó el millón de emigrantes en el periodo en la última década.
Brasil, con 215 millones de habitantes, seguirá siendo el país más poblado de la región alcanzando el 3er número de 231 millones hacia el 2050. Mientras, México ha subido al 10º lugar mundial con 127 millones de habitantes en este año, si bien no se espera que se mantenga en el mismo lugar hacia mitad del siglo.
Se prevé que para el decenio de 2080, la población mundial alcance un máximo de 10.400 millones de personas y permanezca en esos niveles hasta el año 2100. En los últimos dos años, cada región del mundo ha tenido aumentos diferenciados. Para el 2050, se vislumbra que los mayores crecimientos ocurrirán en algunos países de África, India, Pakistán y Filipinas.
Se ha reducido la pobreza, la desigualdad no está resuelta. La esperanza de vida ha aumentado junto con la disminución de la mortalidad infantil y materna. Sin embargo, los datos sobre la continuación de las violencias y sus daños exponenciales también son reportados en otros informes del mismo sistema de las Naciones Unidas. Las guerras y los conflictos con presencia de armamentos siguen causando pérdida de vidas.
“A pesar de los desafíos, nuestro mundo es hoy un lugar donde la cantidad de personas que han recibido una educación y disfrutan de una mejor salud es mayor que en ningún momento de la historia”, sostiene Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA. La protección de los derechos humanos es crucial, argumenta.
Por su parte, a nivel general UNPA destaca que las personas son la solución y no el problema. Conocer los datos da herramientas para la toma de decisiones y anticipar los cambios demográficos.
El diálogo y la política pública sobre estas nuevas cifras son clave para la planeación del futuro para estas poblaciones. Las estrategias de resiliencia también.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
@GuadalupeGonzCh
Catedrática universitaria.
MAAZ
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