Hace tres años y medio, empezamos juntas y juntos un proyecto social por la transformación de nuestro país. Se respiran otros aires, de lucha, trabajo, justicia, libertad, honestidad, solidaridad y empatía, bajo el principio fundamental de “no dejar a nadie atrás, a nadie afuera”.
Hoy, una de esas grandes conquistas es que estamos avanzando hacia una sociedad paritaria. Las voces que fueron sistemáticamente apagadas resurgen con fuerza; así lo demuestran los resultados del pasado proceso electoral, lo cual nos hace creer que alcanzar la igualdad sustantiva y de oportunidades, así como el ejercicio pleno de todos los derechos de las mujeres y su participación igualitaria en la vida política, cultural, económica y social del país es posible.
Por primera vez en la historia de México, en el Poder Ejecutivo las mujeres ocupan espacios de toma de decisiones que, tradicionalmente, eran dirigidos por hombres. En esta administración, hay nueve mujeres que están al frente de las siguientes dependencias: Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Secretaría de Bienestar, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Secretaría de Energía, Secretaría de Economía, Secretaría de Educación Pública, Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Secretaría de Cultura, y la Consejería Jurídica.
De igual forma, a partir de octubre de 2022, México contará con nueve gobernadoras, el mayor número que se haya registrado en la historia, un cambio sustancial en la política mexicana. La incorporación del principio de paridad es un logro de todas las mujeres, es el nuevo estandarte de las democracias plurales e incluyentes, que nos apela a diversificar las voces y a sostener diálogos igualitarios.
La paridad llegó y está en acción. Fue alcanzada de la mano de acuerdos y de más mujeres involucradas tomando el espacio público. Aún hay mucho por hacer, pero los esfuerzos son visibles. Actualmente, la Cámara de Diputados está conformada por 250 mujeres y 250 hombres; no obstante, la incidencia de las mujeres como coordinadoras de grupos parlamentarios es reducida. En el caso de los gobiernos locales, las mujeres ocupan solamente 25.8 por ciento de las presidencias municipales.
La lucha continúa y no sólo en el ámbito político, sino también en los espacios públicos y en lo privado. Sigamos impulsando acciones para garantizar que las mujeres se inserten igualitariamente en el mercado de trabajo, para redistribuir el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia en su contra, prevenir el embarazo en adolescentes, y garantizar derechos sexuales y reproductivos.
México vive tiempos de cambio. Tiempos de transformación y de determinación para tener un país más justo, igualitario y equitativo. Queda mucho por hacer, sigamos construyendo el camino para que más mujeres en todo el territorio superen las barreras que nos mantuvieron calladas, escondidas e invisibilizadas, para construir un nuevo orden social con mujeres fuertes, empoderadas, preparadas, participativas y libres.
POR NADINE GASMAN ZYLBERMANN
PRESIDENTA DEL INSTITUTO NACIONAL DE LAS MUJERES
@NADGASMAN
PAL
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