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El obradorato considera que la visita del presidente a Washington fue un éxito

OPINIÓN

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Alejandro Echegaray / Campus / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El obradorato considera que la visita del presidente a Washington fue un éxito: llegó, vio, peroró y venció. Los no iniciados consideran un knockout diplomático el que haya hablado por treinta minutos en lo que estaba previsto como un “photo op”. Lejos de contribuir al establecimiento de objetivos comunes que permitan la integración de Norte América, la chabacanería de la nueva clase política nos coloca al final de la lista de prioridades de la política exterior estadounidense y afecta directamente a la diáspora mexicana que se ha establecido allende la frontera.  

Trump –el aliado más sólido del presidente López Obrador- inició una campaña persecutoria y de desprestigio en contra de los mexicanos que han migrado hacia Estados Unidos y la comunidad latina, que no necesariamente se ha atemperado con el presidente Biden. Las deportaciones siguen al alza y continua la exigencia de invertir más de 1,500 millones de dólares para modernizar la frontera, es decir, hacerla menos porosa e inaccesible. Lejos de las matracas y serenatas, nuestra política bilateral, ha relegado a la indefensión a los que han migrado de manera reciente.  

Los latinos y en especial los mexicanos tienen la capacidad de ser pivotales en la elección de noviembre próximo. El poder económico y la influencia política de los mexicanos en el exterior tiene mucho peso. Pero sería un error y una ingenuidad pensar que a los ciudadanos estadounidenses con ascendencia latina, les preocupa la política mexicana y son partidarios del obradorismo. Estos mexicanos en su mayoría se oponen a la migración indocumentada y al otorgamiento de visas de trabajo para migrantes. Quienes migran sin documentos tuvieron que salir de México para buscar mejores oportunidades de vida por lo que difícilmente comulguen con el oficialismo.  

De acuerdo con información del Censo estadounidense, 37 millones de personas de origen mexicano viven en Estados Unidos, es decir, 62 por ciento de los Latinos. En los últimos 22 años la población de origen mexicano creció 76 por ciento. La migración –en los últimos tres años- se ha incrementado de manera exponencial y el regreso a Aztlán ha encontrado una nueva pausa. El número de mexicanos aprehendidos en Estados Unidos se incrementó en un 50 por ciento al pasar de 170,000 en 2019 a 255,000 en 2020. En lo que va del año se han realizado 379,000 detenciones (López, Abi-Habib; NYT).  

Es necesario un acercamiento con nuestras comunidades en el exterior. Las omisiones y yerros de la Cancillería y el gobierno afectan directamente a nuestros paisanos. El presente y el futuro están al norte y no en el eje de países latinoamericanos formados por dictaduras o autarquías populistas. No solo es una medida pragmática sino de humanismo elemental. 

POR ALEJANDRO ECHEGARAY

COLUMNISTA

@aechegaray1 

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