Con la captura de la banda ligada a los “Chapitos” en Topilejo y la increíble recaptura de Rafael Caro Quintero en unos matorrales cerca del Triángulo Dorado, tal parece que en el gobierno de la 4T está ya cambiando los abrazos por las acciones más radicales en contra del crimen organizado.
Nadie sabe los acuerdos que pudieron tener los presidentes López Obrador y Joe Biden en la reunión que sostuvieron a solas en Washington. Pero lo más probable es que hayan abordado el tema de la violencia generada por las bandas del crimen organizado en México.
Si fue así, el caso emblemático para la reivindicación policíaca de Estados Unidos fue la persecución de Rafael Caro Quintero por parte de la DEA desde que el capo sinaloense fue señalado como el autor intelectual del agente norteamericano Alfredo Camarena Salazar, popularmente conocido como Kiki.
La casa ubicada en Lope de Vega 881 de la colonia Jardines del Bosque, en Guadalajara, fue el motivo de las primeras planas de todos los diarios de México en los primeros 10 días de marzo de 1985, cuando fue descubierto el escenario de un sonado doble crimen.
Nada menos que el del agente de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique Camarena Salazar y de su piloto Alfredo Zavala Avelar. La propiedad, que había sido adquirida por Caro Quintero y fue abandonada después de que se encontraran los cuerpos de los dos hombres.
Caro Quintero nunca llegó a pagar en su totalidad la narco mansión. Desde entonces la DEA, y todos los sistemas de seguridad de Estados Unidos consideraron que Caro Quintero era el enemigo público número uno de los Estados Unidos y llegaron a ofrecer 15 millones de dólares por información que llevara a dar con su paradero.
Esa es la historia del crimen y de las reaxciones de Estados Unidos. Pero como en política nada es casual, resulta que casi inmediatamente después de la entrevista AMLO-Biden, se captura a Carp Quintero y esa acción se complementa con la desarticulación de una banda criminal en la CDMX, ligada a los hijos del Chapo Guzmán, Los Chapitos.
¿Esas acciones en contra del cromen organizado mexicano fueron parte del acuerdo que pudieron tener AMLO y Biden?
Caro Quintero, inmediatamente que fue liberado hace nueve años, se reorganizó y al ver que no era admitido por la banda del Mayo Zambada, heredero de la jefatura del cartel de Sinaloa fundado por Joaquón Guzmán Loera, se coaligócon bandas criminales que operaban en el Triángulo Dorado y sento Sentó sus reales en Sonora donde fundó el temible Cartel de Caborca.
Con la detención de Caro Quintero, y su muy probable extradición a Estados Unidos, y el desmantelamiento del brazo de Los Chapitos en la Ciudad de México, parece que se está dando un interesante vuelco en la llamada estrategia de abrazos y no balazos por parte del gobierno de la 4T.
MISCELÁNEAS.
1.- Será sin duda una cerrada batalla la que se librará el próximo año por la gubernatura del Estado de México. Queda cada vez más claro que la candidata al gobierno mexiquense por MORENA será la popular maestra Delfina Gómez. Por la posible alianza PAN-PRI-PRD las priístas que suenan como las que pudieran conciliar ese proyecto son la favorita Alejandra del Moral y la diputada federal Ana Lilia Herrera.
2.- La DEA si intervino en la captura de Caro Quintero. La directora de la U.S. Drug Enforcement Administration (DEA), Anne Milgram, envió un mensaje para felicitar a todo el personal de la agencia por el trabajo realizado para la aprehensión del narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, sin mencionar para nada el trabajo de las autoridades de México.
Tras darse a conocer la detención en el municipio de Choix, Sinaloa, conseguida presumiblemente en un operativo de la Secretaría de Marina (SEMAR), la noticia llegó de forma inmediata a la alta cúpula de justicia de los Estados Unidos de Norteamérica.
Personajes como el fiscal general de los Estados Unidos, Merrick B. Garland, y el embajador de ese país en México, Ken Salazar, no demoraron en enviar su gratitud y felicitaciones a la SEMAR y al gobierno mexicano en sendos comunicados.
No fue el caso de la titular de la DEA, que envió un mensaje de gratitud y felicitación a sus subalternos en el que señala que la captura de Caro Quintero se debe al esfuerzo de más de 30 años de sangre, sudor y lágrimas de los funcionarios de la agencia, sin mencionar al lado mexicano.
POR JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO
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MAAZ