MALOS MODOS

Standup cómic 2, de Pacasso

Pacasso es una persona peligrosa. Da la impresión de que con él todo transcurre de manera blanca, pura, inocente

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pacasso es una persona peligrosa. Da la impresión de que con él todo transcurre de manera blanca, pura, inocente. Pero no es más que apariencia. Lo pueden comprobar en sus animaciones de la Unidad de quemados; lo pueden comprobar en sus cartones sobre ese personaje que no puede ser otro que nuestro presidente, con la ironía y el agudísimo sentido del absurdo que las distingue; lo pueden apreciar en su espacio en Latinus, que comparte con ese otro talento lleno de ironía, que es el colega Alarcón y, sobre todo, lo pueden constatar en sus dos libros estandopero: Standup Cómic 1 y Standup Cómic 2, en el que la aparente inocencia optó por desaparecer, o casi.

El título es justo: ambos libros son cómics y son espectáculos de stand up. Son cómics, porque nos cuentan una historia en algo menos de 200 páginas, cuadro a cuadro. Son stand up porque el muy bien conocido personaje de Pacasso, Dr. Netas, empuña un micro, mira de frente hacia los lectores, o sea el público, y con esos elementos mínimos tiene para mantenernos atentos y sonrientes durante una hora y pico. ¿Atentos a qué?

A eso que suele usar la stand up comedy de toda la vida, la que se hace en vivo, con un actor de carne y hueso y un público ídem: historias breves y, sobre todo, miradas heterodoxas a lo que sea, desde la familia o el amor hasta la pasta de dientes, la vejez o los coches. Ahora bien, algo cambió en este segundo volumen. Pacasso, o sea el Dr. Netas, se hizo un poco más recalcitrante, justo como es propio de los estandoperos, de manera que con esa mirada que parece sorprendida ante la vida entera, del hombre que quiere explicárselo todo y todo se lo pregunta, conduce a conclusiones verdaderamente pasadas de lanza, conclusiones ya francamente instaladas, con frecuencia, en la incorrección política.

Para nada es queja. Todo lo contrario. No se trata de chapotear impúdicamente en la bravuconería machorra tipo trumpista duro, pero la comedia estandopera se ha convertido en un reducto de acidez y libertad en un mundo de mochería progre, cultura de la cancelación y talibanismo woke, como, y perdonarán el spoiler, nos recuerda Netas en algún momento de este libro. Es muy probable que Pacasso se burle de mí por ponerme tan serio, pero la verdad es que su StandUp Cómic 2 es una aportación muy inteligente y muy divertida a esa pelea contra el puritanismo.

El certero prólogo de este segundo volumen es de un estandopero de raza, Ricardo O’Farrill, que dice en dos líneas lo que a mí me toma dos mil y pico caracteres: Pacasso va del humor más blanco a la manchadez tipo South Park, y lo hace con la mayor naturalidad. No hay mejor recomendación.

POR JULIO PATÁN

COLUMNISTA

@JULIOPATAN09 

MAAZ