DES... PROPÓSITOS

Boris Johnson: irreverente primer ministro

Siempre fue un político muy contradictorio y superficial. Nunca, ni cuando fue alcalde, se entendió de los grandes problemas

OPINIÓN

·
Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Después de tres años de gobernar la Gran Bretaña (GB) Boris Johnson (BJ) es despedido por sus propios compañeros del partido conservador. Por más que algunos miembros de su gobierno trataron de cubrir sus faltas se llegó a un punto donde ellos mismos prefirieron ser institucionales que leales a un personaje que siempre se distinguió por ser imprevisible, errático y renuente a convencionalismos.  Pocos se explican como un político cínico como él pudo haber llegado a dirigir un país siempre caracterizado como uno de los más protocolarios del mundo.

En no pocas ocasiones BJ fue comparado con las actitudes políticas asumidas por el ex presidente Trump. A más de ser parecidos físicamente y comportarse como populistas de extrema derecha, se asumían como grandes negociadores del planeta aunque nunca mostraron su efectividad, fueron irreverentes y despectivos ante los convencionalismos e instituciones, además de tener un historial de comentarios ofensivos sobre grupos minoritarios o personas de determinado origen étnico.

Como periodista BJ fue corresponsal de varios medios ingleses en Bruselas donde siempre se destacó por sus excéntricos comentarios, euroescéptico, crítico de los alcances en aquel entonces, la Comunidad Económica Europea. Posteriormente se desempeñó como alcalde de la ciudad de Londres (2008-2014) donde le tocó la organización de los Juegos Olímpicos, para luego desempeñarse como miembro de la Cámara de los Comunes en la que siempre sobresalió  su humorismo irónico, el poco respeto a las instituciones y una actitud sarcástica ante propuestas de sus adversarios.

Sus años en el gobierno se distinguieron por su victoria electoral como no se había visto en más de cuatro décadas; por la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea; su errático tratamiento a la epidemia causada por el Covid-19, y, un gran descuido de la economía que en la actualidad atraviesa por una critica situación. Ha sido  uno de los líderes británicos más controvertidos de los tiempos modernos  cuyo mayor desgaste obedeció a su actitud vacilante ante  decisiones importantes de interés común y su actitud mentirosa  ante acusaciones específicas como lo fue la de haber organizado las ahora famosas “partygates”, en plena pandemia, en los jardines de la casa de gobierno o su indiferencia ante los reclamos públicos de haber nombrado a un violador de los derechos humanos como coordinador de su grupo parlamentario.

Johnson siempre fue un político muy contradictorio y superficial. Nunca, ni cuando fue alcalde, se entendió de los grandes problemas que enfrentaba, dando siempre respuestas chistosas y extravagantes. Ante ciertas circunstancias estaba a favor del proteccionismo comercial y en otras era admirador del libre comercio; prometía incrementar el gasto gubernamental al tiempo que hacía ofrecimientos de reducción de impuestos. Dentro de sus fantasías políticas como lo fue su oportunista apoyo al BREXIT —sin tener claro lo que esto significaría para el país—, prometió que la GB tendría mayores grados de libertad sin estar atada a compromisos con la UE, más riqueza y bienestar, menos regulaciones, más dinamismo económico, etc., logros nunca alcanzados.

Para su desgracia, la salida de la GB de la UE no hizo sino disminuir la presencia de esta gran nación a nivel internacional, reducir sus alcances económicos y generar un gran caos en sus instituciones.

A poco de su salida BJ se jactaba de los logros económicos de la GB fuera de la UE, cuando la realidad es que el país que deja atrás encara serios problemas económicos y sociales, registra la mayor inflación del G7 , un déficit comercial creciente y un grave rezago de baja productividad, lo que se ha traducido en un magro crecimiento del PIB de sólo un 1.7%. Se estima que en 2023 registrará el menor crecimiento de los países integrantes del G7.

Se espera en breve se nombre al sucesor de BJ que probablemente será la ministra Penny Mordaunt (49), o bien, el exjefe del Tesoro británico Rishi Sunak y (42) de origen hindú. Ambos aspirantes están ampliamente acreditados para ocupar el puesto y , en consecuencia, para rescatar a la GB del caos en que se encuentra. Ojala el ungido se atreva a revalorar el posible reingreso de la GB a la UE, pues ello le favorecería enormemente, a más de dar mayor fuerza a la Unión.  

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA

ANALISTA ECONÓMICO

MAAZ