Derivado de las grandes economías, es proporcionalmente más barato y rápido construir proyectos de generación a gran escala que de generación distribuida en muchos sitios pequeños.
Pero, dicho costo adicional se compensa, y en algunos casos se supera, de manera importante, al tener el sitio de generación (el techo) muy cercano al lugar de consumo (bajo el techo), lo que evita cuantiosos gastos de transmisión y distribución, por lo menos de la energía que se genera y se consume en el mismo lugar.
Conforme la tecnología avanza y progresivamente continuemos electrificando más funciones en nuestro estilo de vida, la necesidad de contar con mecanismos eficientes de generación, distribución y transmisión de electricidad será mayor.
Por lo tanto, de largo plazo, el uso del modelo de generación distribuida tiene el potencial de reducir costos de red; toda la generación eléctrica que se consume en el sitio virtualmente se elimina del tráfico, disminuyendo así costos asociados con mantenimiento o inclusive inversión adicional en la red eléctrica.
La realidad es que el crecimiento del consumo eléctrico en México está rebasando, a pasos agigantados, la construcción y puesta en marcha de la infraestructura eléctrica en términos generales.
En medio de la incertidumbre por los potenciales cambios de reglas del sector, de acuerdo con datos del Inegi, el ramo bajó a un mínimo de construcción desde 2006.
Tanto para iniciativas privadas como públicas, grandes inversiones de largo plazo no se llevan bien con un ambiente turbulento. Es precisamente aquí en donde entra una de las grandes ventajas de la generación distribuida: cada sistema de generación es tan pequeño y sencillo de construir, que prácticamente cualquiera puede tener el suyo y gozar de energía limpia, que normalmente se puede producir a menor costo, que la provista por suministrador.
Finalmente, los incendios forestales, sequías, inundaciones, y en general cambios climáticos adversos, se están volviendo cada vez más comunes y son recordatorios naturales que nos piden hacer algo al respecto.
Hay obligaciones sociales para mantener los costos de energía bajos y accesibles para todos, pero también hay urgencia de acelerar los esfuerzos para adoptar la generación de energía limpia. La implementación de sistemas de generación distribuida puede contribuir de forma importante con ambos asuntos, y todos, todos, podemos contribuir.
POR AGUSTÍN MEDINA
DIRECTOR FINANCIERO DE BANVERDE
LINKEDIN.COM/IN/MEDINAGUERREROA/
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