COLUMNA INVITADA

Datos vemos, caras no sabemos

La realidad supera la ficción, pero también al dato. Lo que escuchamos en los discursos de líderes políticos

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La realidad supera la ficción, pero también al dato. Lo que escuchamos en los discursos de líderes políticos y empresariales es disonante con la información hecha número y el número convertido en análisis. ¿Qué está pasando? Vámonos a los ejemplos. El 8 de julio Ziad Daoud, Economista en Jefe para Economías Emergentes de Bloomberg, publicó un tweet en el que difunde el ranking sobre la vulnerabilidad de la deuda soberana.

De acuerdo con lo dicho por el economista de la London School of Economics los mercados emergentes estamos enfrentando un aumento de la deuda, un aletargamiento del crecimiento y rendimientos altísimos; lo que naturalmente genera alertas.

Lo que veíamos, no es lo que vemos. Para muestra, dos economías que están en default, tema sobre el que muy posiblemente ni siquiera has escuchado hablar. Rusia lo hizo el 26 de junio 2022, primera vez desde 1918 -rechazo de Lenin a la deuda post zarista-; y Sri Lanka, mayo 2022. ¿Quién sigue?

Difícil pregunta que ni los más aventurados se atreven a contestar, sin embargo, lo que está claro es que las crisis estilo “Efecto Tequila” ya no se manifiestan como antes. Hoy, en la estructura económica global, se expresan y se comunican de formas distintas.

Aquí va otro ejemplo, Ucrania, país en el que puedes comprar por 30 dólares un bono con valor nominal de 100, está en el octavo lugar. Lo relevante en las noticias sobre ese país no está en lo aventurado que es comprar deuda soberna, sino en el proceso de integración a la Unión Europea. Su lugar en el ranking no es tan dramático como pareciera por el resto de las circunstancias de guerra y ocupación que atraviesan, el país pre Unión Europea, está colocado justo detrás de Argentina.

México se posiciona en el lugar 25 de 50. ¿Alarma? Precaución o, como dicen por ahí, pies de hierro. De los cuatro elementos que considera el análisis dos están en verde, uno en naranja y, uno en amarillo. Vámonos a los riesgos. Primero, México gasta el 4.5% de su PIB en pagar los intereses de su deuda. Segundo, la deuda gubernamental mexicana se coloca en niveles de 58.4 por ciento de nuestro Producto Interno Bruto. Brasil, en la onceava posición gasta el 7.2% y supera el 90%.

“Y sin embargo se mueve”. Hoy pareciera que los riesgos son eclipsados o nulificados por los discursos políticos o, en el caso de México, el cambio de régimen y con ello la modificación, por ejemplo, en nuestras relaciones exteriores.

Insisto, como lo he hecho durante los últimos años. El que no engaña es el presidente López Obrador, dice lo que hace. El problema está en el resto del ecosistema.

Muchos dicen, que es diferente a hacer, haber cambiado. Otros hacen lo mínimo para transitar en el cambio. Al final lo que importa es que seguiremos escuchando datos que no queremos relacionar con la realidad y así, la realidad, como siempre hace, nos terminará estrellando contra nosotros mismos. Datos vemos, caras no sabemos.

POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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