Hoy comentaremos sobre el libro “Historia mínima de la masonería en México”, coordinado por Ricardo Martínez Esquivel.
El capítulo tres, escrito por María Eugenia Vázquez Semadeni, titulado “Incubadora del Estado: La masonería desde los orígenes de la República Mexicana hasta la Revolución institucionalizada, 1820 – 1940”, se plantea la hipótesis de que la masonería ha sido factor clave en las diversas transformaciones de la cultura política mexicana y ha contribuido en las formas de hacer, entender y expresar la política.
La investigación de María Eugenia observa que la masonería es una institución auto-constituyente, que transforma y forma a la sociedad civil, organiza la política a escala nacional y reformula el orden sociopolítico.
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En sus conclusiones nos explica que los partidos políticos fueron tomando mayor importancia en el siglo XX. Ahora, nosotros vemos que en el siglo XXI los partidos van a la baja en la percepción ciudadana y se está volviendo a reconocer ciertos idealismos que van más allá de estos partidos, lo cual, sin duda, está llevando a un fortalecimiento de las logias masónicas en los diversos estados del país.
Los masones encontraron en el interior de sus logias, hermanos con quienes compartir lealtades y vínculos.
La masonería se va adaptando a las circunstancias del día a día del país, ha sido un espacio incluyente que reúne a hombres y mujeres de todos los estratos sociales; en estos tiempos promueve el debate público para seguir esculpiendo la transformación necesaria en la construcción global, sabiendo que en el caos se trabaja con orden y sensibilidad.
Felicito y recomiendo este libro con bases de investigación seria, este tipo de trabajos académicos dan la certeza del gran trabajo de todas las logias y ritos que todos los días están guiando y retomando el buen camino de una mayoría de mexicanos.
Twitter político:
El lunes 6 de junio del 2022, a las 10 am, vi los resultados preliminares que confirmaron mi columna escrita hace 10 días, en donde comenté los posibles resultados: El PRI, el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano son, en ese orden, los grandes perdedores. Al PRI, con esa dirigencia nacional, las generaciones del presente y el futuro lo señalan como el peor en su historia, ejemplo de ello es que tiene sólo tres gobiernos estatales y hay altas probabilidades de perderlos el próximo año; mientras que el PAN cuenta sólo cinco. En ambos casos, están “compartiendo el poder”, ¡muy mal!
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En cambio, Morena, que en el 2018 no tenía ningún gobierno, ahora tiene 20, —al momento que se escribe esta columna— con los cuatro que sumaron el domingo, y tiene altas posibilidades de seguir creciendo. Sin duda, la mayoría de mexicanos dio por terminado el modelo anterior de hacer “política”, ya que vio que se cargaron a la corrupción e impunidad y a la práctica de “hacer dinero mal habido”. Ahora, la responsabilidad de Morena y del presidente de la República y de su sucesor o sucesora es mayor para encauzar a México hacia un mejor rumbo, en beneficio de la mayoría. ¡Urge!
Desde San Luis de la Patria
POR ARQ. JUAN CARLOS MACHINENA MORALES
JCMACHINENA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@JCMACHINENA
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