ARTICULISTA

Mexican Geniuses

La relación que se dio entre los artistas Diego Rivera y Frida Kahlo es por demás compleja

OPINIÓN

·
Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La relación que se dio entre los artistas Diego Rivera y Frida Kahlo es por demás compleja. Para Rivera el arte era su vida, pero no sabía estar sin Frida y ella afirmaba no poder vivir sin él, y se refería a él como “ mi niño Diego”.

La pareja nunca dejó de escribirse, ni durante sus conflictos maritales, ni tampoco durante su efímero divorcio. Sin duda fue una matrimonio muy peculiar, pasional, sin límites, ni parámetros, y su relación estuvo llena de infidelidades y amores pasajeros. Sin embargo, también ambos se complementaron y enriquecieron.

En su tiempo, Diego Rivera fue reconocido como uno de los grandes pintores del siglo XX de nuestro país, pero también alcanzó gran éxito internacional. Mientras que el reconocimiento de Frida se dio muchos años después de la muerte de la pintora, a partir de la década de los setenta con el fenómeno de la “fridomania”.

Por otro lado, a lo largo de su vida Rivera transitó por múltiples caminos que lo llevaron desde el contacto con las vanguardias europeas del siglo XX, hasta el encuentro directo con los muros de edificios públicos de México y otras partes del mundo, donde plasmó la nueva versión histórica del México posrevolucionario y otros temas que rendían tributo a la clase trabajadora y la industria moderna.

Por su parte, Frida ingresa a los 15 años a la Escuela Nacional Preparatoria y en ese lugar conoce a Diego por primera vez, cuando éste pintaba el mural de La creación. A finales de la década de los veinte y después de varios sucesos personales, los artistas se encuentran nuevamente y contraen matrimonio en 1929.

Los primeros seis años de la pareja los viven entre México y Estados Unidos, en este último país, Rivera elabora entre 1930 y 1934 diversos murales; primero en la ciudad de San Francisco, después en Detroit y finalmente en Nueva York. Cuando el matrimonio regresa a México, Diego sostiene un romance con Cristina Kahlo, hermana de Frida, y este hecho detona que la pareja se separe y en 1939 se divorcian, pero un año más tarde se casan nuevamente.

En 1950, Frida ingresa al hospital para ser operada de la columna vertebral. A partir de este suceso su salud comienza a deteriorarse y simultáneamente dedica más tiempo a su actividad como militante. En febrero de 1954 pinta Viva la vida e irónicamente el 13 de julio de ese mismo año, la artista fallece. Un año después, Rivera es diagnosticado con cáncer y dos años más tarde muere de un ataque al corazón en su estudio de San Ángel.

La vida en conjunto de estas dos grandes figuras del arte mexicano ha quedado oculta para dar pie al valor histórico y artístico de cada uno, así como la imagen que ellos inventaron de sí mismos. Aproximarse a este universo íntimo, a esta historia de amor de pasión y creación, es imposible por el paso del tiempo.

No obstante, a través de su legado, de la correspondencia entre ambos, así como las múltiples anécdotas que vivieron juntos y otros elementos, podemos acercarnos a la vida de esta inigualable pareja que ha traspasado los años, para perdurar en la eternidad.

A través de la exposición inmersiva Mexican Geniuses, inaugurada el pasado 27 de mayo en Londres, se despliega una experiencia que cuenta la historia de dicha pareja, donde se utilizan diferentes recursos que apelan a emociones profundas e irrepetibles, que en próximas columnas describiré, contaré y poco a poco profundizaré al lector…

POR BERNARDO NOVAL

CEO Must Wanted Group

@bernienoval

@mustwantedg

MAAZ