En días pasados la Asociación no gubernamental: Alianza por la Salud Alimentaria, presentó la campaña: “Cuida tu salud, cuida el planeta”, cuyo objetivo, es disminuir el consumo de esta clase de productos y prohibir el uso de empaques no reciclables. A su vez, en este importante evento se dio a conocer que México, ocupa el primer lugar en consumo de productos ultraprocesados los cuáles son los principales generadores de enfermedades como la obesidad y diabetes. De estos productos, un 40 por ciento vienen en empaques plásticos de un solo uso además de ser altamente contaminantes.
Para ahondar más en esta información, las organizaciones destacaron que entre las 10 empresas más contaminantes en el mundo se encuentran algunas que tienen una fuerte presencia en México como son: The Coca-Company, PepsiCo, Unilever, Nestlé, Procter & Gamble, Mondelez International, Philip Morris International, Danone, Mars, Inc. y Colgate-Palmolive.
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En lo que se refiere a México, el consumo de bebidas azucaradas y productos ultraprocesados es excesivo y ha reemplazado el consumo de alimentos tradicionales. Una verdadera tragedia que ayuda a entender por qué el sistema de salud se encuentra todo el tiempo inmerso en demanda permanente. Al respecto, la Organización Panamericana de la Salud, reporta que la venta de fast food y bebidas azucaradas, es la más alta en toda América Latina, con una comercialización de 214 kilogramos de productos y bebidas per cápita, casi el doble del promedio de la región. Asimismo, en las últimas tres décadas, el consumo de comida chatarra en México, se ha duplicado y casi un tercio de la ingesta diaria de energía de los mexicanos, proviene de estos productos.
En palabras de Alejandro Calvillo, director del Poder del Consumidor: “Como país, como población, tenemos uno de los mayores consumos en el mundo de alimentos y bebidas ultraprocesados no saludables que nos han llevado a ocupar los primeros lugares en sobrepeso, obesidad y diabetes en el mundo. El alto consumo de estos productos representa, al mismo tiempo, la mayor fuente de desechos plásticos. Estos productos no son necesarios, ni tampoco lo son sus empaques, ya que dañan la salud de la población y el medio ambiente. Las grandes corporaciones de la comida chatarra y las bebidas endulzadas aumentan sus ganancias mientras transfieren los daños a la población y nuestros ecosistemas”.
De igual forma, las organizaciones detallaron que, en México, no sólo hay un alto consumo de productos ultraprocesados, sino también, una alta carga de enfermedades crónicas. Ya que más del 75 por ciento de los mexicanos adultos, tienen sobrepeso u obesidad. Mientras que, en 2020, las enfermedades del corazón, relacionadas a la mala alimentación, fueron la principal causa de muerte en la población con 218,704 incidencias. En el mismo año, fallecieron cerca de 151 mil 19 personas a causa de la diabetes cerca de 47 mil muertes más, que lo reportado en el 2019 (104 mil 354).
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Por si las cifras no fueran alarmantes, hay que tomar en consideración que, la suma de muertes en ese mismo año, (2020), por enfermedades cardiovasculares y diabetes sobrepasaron a las que se dieron por COVID-19, (200,256); además se ha demostrado que las complicaciones y las muertes al contraer coronavirus, aumentan en personas con obesidad y diabetes.
Por el diagnóstico antes referido, es importante tomar en consideración que de seguir la tendencia de consumo masivo en productos ultraprocesados en México las condiciones de atención en el sector salud serán limitadas y cada vez más, insuficientes en la medida que la demanda supere a su capacidad de respuesta. Los mexicanos deben entender que los cambios en su alimentación ayudan a prevenir enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes y la obesidad ayudando de manera sustancial en su calidad de vida. Las autoridades deben seguir reforzando e invirtiendo, cada vez más, recursos en campañas de información y prevención de esta clase de fenómenos, de no ser así, la cuenta pública será insuficiente para combatir esta otra pandemia.
POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
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