COLUMNA INVITADA

El avance de la izquierda en Latinoamérica

En los próximos años veremos una intensificación de la estrategia de miedo por parte de las derechas

OPINIÓN

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Benjamín Robles Montoya / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El triunfo electoral de Gustavo Petro en Colombia no sólo representa un golpe de timón en un país históricamente gobernado por la derecha (con personajes tan nefastos como Álvaro Uribe); es también la confirmación del avance de la izquierda en Amé - rica Latina, que desde 2020 ha tenido triunfos en Bolivia, con Luis Arce; Honduras , con Xiomara Castro; Chile, con Gabriel Boric y, muy seguramente , lo tendrá en Brasil, con Luiz Inácio Lula da Silva, el próximo mes de octubre.

Soy un convencido de que el liderazgo de AMLO entre los países latinoamericanos, aunado al fracaso, el descrédito y en algunos casos hasta la estupidez de los gobiernos de derecha , han impulsado los triunfos de la izquierda progresista en la región, a pesar de algunos reveses, como sucedió en Uruguay y Ecuador, pero el avance de la izquierda es innegable y el triunfo de Petro resulta emblemático porque pone fin a un largo historial de gobiernos conservadores en Colombia, lo que confirma el hartazgo popular ante el común denominador de los gobiernos de derecha: la corrupción, la desigualdad y los excesos de las clases gobernantes y las élites económicas; algo similar a lo que pasó en México en 2018, donde el hartazgo social impulsó el amplio triunfo de AMLO.

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Ante el avance de la izquierda, en los próximos años veremos, con toda certeza, una intensificación de la estrategia de miedo, lodo y golpismo por parte de las derechas latinoamericanas. Y es que ese es su sello; así ha quedado demostrado a lo largo de las dos últimas décadas en las cuales han seguido la misma estrategia de miedo y lodo, buscando infundir temor y desconfianza en la gente, acusando a los gobiernos de izquierda de autoritarios y antidemocráticos e, incluso, ejerciendo el golpismo y el derrocamiento con algunos malos resultados, como en el caso de México, pero también con algunos casos de éxito, como en Brasil y Bolivia; aunque en ambos, el gusto les duró poco, pues a pesar de sus embestidas legales contra Lula y Dilma Roussef, todo indica que Lula volverá a la Presidencia; mientras que en el caso de Bolivia, la izquierda, con Luis Arce, recuperó la Presidencia tras el ilegítimo desgobierno de la fanática religiosa Jeanine Áñez, quien se instaló tras un golpe de Estado.

Sin embargo, convendría a la izquierda hacer un ejercicio de reflexión como el que hice antes y después del triunfo de López Obrador en 2018: ¿para qué queremos gobernar? Y es que las y los militantes de izquierda de toda Latinoamérica debemos ser conscientes de que estamos ante la oportunidad histórica de materializar el cambio que tanto anhelamos y por el que tanto luchamos durante años.

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La izquierda tiene ante sí el reto de comprender que su llegada al poder es producto del hartazgo y la inconformidad; por eso también debemos ser autocríticos y reconocer los errores que cometimos cuando hemos sido gobierno.

De nuestra labor dependerá que el cambio se convierta en realidad; de nuestra eficacia y eficiencia como gobiernos dependerá que las derechas y sus intereses de desigualdad y excesos no vuelvan a hacerse del poder para lucrar con él.

BENJAMÍN ROBLES MONTOYA

COLABORADOR

@BENJAMINROBLESM

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