Algo de razón tiene el aspirante de Morena a la candidatura al gobierno de Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja, al pronosticar el fin de la era Moreira en aquella entidad, donde ese apellido se apropió de las riendas del estado desde el 1 de diciembre de 2005, cuando Humberto se entronó como gobernador, primero, y después lo relevó su hermano Rubén.
Porque desde finales de 2016 los Moreira están peleados a muerte: Humberto acusa a su hermano de traición y, de hecho, fue Carolina Viggiano, esposa de Rubén y ex candidata del PRI al gobierno de Hidalgo, quien promovió la expulsión de su cuñado de las filas del PRI. Para nadie es un secreto que ambos siguen influyendo en Coahuila, estado que irá a elecciones para gobernador en 2023; obvio lo que hagan uno y otro definirá el rumbo político de la entidad, todavía bastión del PRI.
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Y en medio queda el actual mandatario Miguel Riquelme, quien, según los cercanos a Humberto, no dejará que Rubén meta las manos en la sucesión. También están en medio Manolo Jiménez, actual secretario de Desarrollo Social, identificado por la clase política coahuilense como el aspirante oficial, y el diputado federal Jericó Abramo Masso, quien exige piso parejo para la selección del candidato priista.
Humberto ha dicho a sus cercanos que no se meterá en la sucesión, por consideración a Riquelme. Cosa que está por verse, pues prácticamente lo condiciona a que Rubén no intente controlar el proceso, y a que la dirigencia nacional, encabezada por Alejandro Moreno, evite imponer al candidato.
En los hechos, en Coahuila ya se está armando una campaña contra Rubén, actual coordinador de la bancada de su partido en San Lázaro. Lo culparán de no lograr que su esposa ganara en Hidalgo y, antes, por perder Campeche en 2021, siendo que Alito lo colocó como delegado especial en la entidad.
Y si bien es cierto que el PRI sigue dominando electoralmente en la entidad, también lo es que entre priistas alertan que una guerra entre los hermanos Moreira pondría en grave riesgo a su partido en la elección.
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Porque al momento en que Humberto considere que el CEN nacional y Rubén se están apropiando de la designación del candidato, sus seguidores, que aún los tiene, y muchos, operarían para abrir paso al abanderado de Morena, a quien ya le pusieron nombre y apellido: Ricardo Mejía Berdeja, actual subsecretario de Seguridad federal y viejo amigo del propio Humberto.
Para no jugar con las palabras: los humbertistas apoyarían al morenista que, por cierto, también tiene una gran amistad con Riquelme.
Y ya se vio que a Humberto no le causa ningún empacho augurar triunfos de Morena, como hizo recientemente en la elección de Hidalgo.
POR RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
RAYMUNDO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@R_SANCHEZP
MAAZ
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