LA ENCERRONA

Virar a la izquierda

El nuevo ciclo de izquierdización en América Latina vuelve a aparecer. México, Argentina, Perú, Honduras, Bolivia, Chile (además de las autocracias de Cuba, Nicaragua, Venezuela) y, por primera vez, Colombia, se colocan del lado izquierdo del cartesiano

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

"Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia. No porque lo adoremos, sino porque tenemos primero que superar la pre modernidad en Colombia", Gustavo Petro.

La región de América Latina siempre nos lleva a pensar en integración. Desde el río Bravo hasta la Patagonia nos une un pasado de conquista y liberación, de cultura, de población originaria y de cosmovisión. Desde una óptica romántica, la tan mencionada integración Latinoamericana -como una sola entidad viviente-, sin embargo cada estado-nación contiene sus propias características, ideas e imaginarios colectivos, pero siempre haciendo distinción con los países angloparlantes del norte del continente, incluso existe un dejo de separación ideológica, quizá vista como una resistencia a la “Doctrina Monroe” emanada de los Estados Unidos.

En este sentido, cada vez que se realizan elecciones presidenciales en los países latinoamericanos existe un velo que cataloga a las y los candidatos como pro estadounidense (o de derecha) y, desde el otro espectro, como anti estadounidense o de izquierda. Es un pensamiento con arraigo profundo entre las sociedades latinoamericanas y, por ende, de los presidenciables. No es casualidad la polarización de los discursos pues en el lado derecho del cartesiano político existe la idea del “sueño americano” y adelgazamiento del estado y, en contraparte, aún sigue viva en la memoria colectiva la intromisión “americana” en la década de los 70 con el llamado Plan Cóndor, el cual tuvo incidencia directa en la política doméstica de las naciones del sur.

Por esto, tampoco es casualidad que las y los candidatos catalogados de izquierda tengan similitudes entre sí. En los albores de este siglo XXI tuvo lugar en sudamérica una ola de “izquierdización” latinoamericana con representantes tales como Néstor Kirchner, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, José Mujica, Rafael Correa, Hugo Chávez, entre otros. Aquel giro a la izquierda, con características particulares en cada país, no resultó como se esperaba. No se redujo de manera importante las desigualdades económicas, se incrementó la corrupción y, en casos conocidos como el de Venezuela, se atentó gravemente en contra de la democracia.

Dos décadas después, el nuevo ciclo de izquierdización en América Latina vuelve a aparecer. México, Argentina, Perú, Honduras, Bolivia, Chile (además de las autocracias de Cuba, Nicaragua, Venezuela) y, por primera vez, Colombia, se colocan del lado izquierdo del cartesiano. Este domingo, el ex guerrillero colombiano, Gustavo Petro, alcanzó las preferencias para alzarse como presidente al lado de la vicepresidenta Francia Márquez, enunciando palabras emotivas ante miles de colombianos: “No vamos a traicionar este electorado”, junto con la promesa de gobernar con “la política del amor”, basada en la esperanza, el diálogo y la comprensión.

Esta nueva izquierdización se encuentra a la espera de la vuelta de Lula Da Silva a la presidencia en Brasil, así como en Uruguay, Paraguay y Guatemala para conformar un bloque que cuenta con un integrante inédito. A la luz de la experiencia que nos dejó la primer década del nuevo milenio, podremos observar matices entre la izquierda latinoamericana entre un moderado Lula, un impetuoso Petro, un joven Boric y un López Obrador quien ha llevado la voz cantante entre los líderes de la región. Esperemos que en esta nueva izquierdización se hayan aprendido las lecciones de principio de siglo y, que este viraje sea para Colombia y para toda América Latina una oportunidad real de gobernar para el pueblo.

POR ADRIANA SARUR
ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM
@ASARUR

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