La guerra de Rusia contra Ucrania ha acercado más que nunca a los ucranianos a la Unión Europea (UE). El gobierno del presidente Volodímir Zelenski envió la solicitud de acceso a esta organización el 28 de febrero, es decir, pocos días después del inicio de la invasión rusa. La respuesta llegó este viernes, 17 de junio, en forma de la recomendación de la Comisión Europea para otorgarle a Ucrania el estatus de candidato a ingresar a la UE.
Aunque la decisión sobre la candidatura de Ucrania, así como de Moldova, que llega al mismo tiempo, lo tomará el Consejo Europeo, compuesto por los 27 jefes de Estado y/o de gobiernos de todos los miembros, que se reúne justo esta semana para tratar el tema, la recomendación de la Comisión Europea sitúa formalmente a Ucrania en el camino a la UE. El cuestionamiento fundamental que nos hacemos todos los observadores de la integración europea es ¿cuándo Ucrania podría entrar en esta organización? Sabemos que, desde hace varios años, los tiempos no son buenos para las ampliaciones.
Numerosas crisis económicas, de seguridad, de refugiados, el Brexit y problemas con algunos miembros de reciente integración, han debilitado los ánimos de los gobiernos y de las sociedades europeas para proseguir con las grandes ampliaciones de la UE.
Tampoco es menor el peso de la política de cohesión por la entrada de los países más pobres. A eso se suman las experiencias no tan buenas con los países balcánicos y con Turquía, siendo ya candidatos o potenciales candidatos. De hecho, en las últimas semanas, varios países miembros de la UE han expresado sus dudas o cuestionamientos sobre la candidatura de Ucrania.
Por otra parte, la historia nos enseña que no existe un camino rápido a la UE para los países postcomunistas. Entre ocho y casi 12 años tardaron los de Europa del Este para integrarse.
Es el tiempo que transcurrió, aproximadamente, entre sus solicitudes de acceso y entrada.
En este lapso todos pasaron por la fase de negociaciones, implementación de la normativa europea y ratificación interna de los acuerdos de acceso, con referéndums de por medio en algunas ocasiones, así como las ratificaciones por todos los miembros de la UE. Si todo avanza bien, es probable que a Ucrania le podría tomar una década ingresar a la asociación.
Como lo destacó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “Ucrania ha demostrado la resiliencia de sus instituciones que garantizan la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y el respeto y la protección de las minorías”.
Con 70 por ciento de la normativa europea ya adoptada, en gran medida gracias al Acuerdo de Asociación que une a las dos partes desde 2014, le queda a Ucrania aún mucho por hacer, sobre todo en el ámbito judicial: lucha contra la corrupción, lavado de dinero, oligarcas, medios independientes y minorías étnicas. Ahora bien, ser candidato es tener una ruta bien marcada para el futuro del país. Por eso es tan relevante para Ucrania en estos momentos.
POR BEATA WOJNA
PROFRA. DE RELACIONES INTERNACIONALES TEC DE MONTERREY
@BEATAWOJNA
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