Colombia votó en la segunda ronda de elecciones presidenciales para elegir a Gustavo Petro presidente. Como López Obrador, Petro alcanzó su objetivo en el tercer intento. Tomará posesión el próximo 7 de agosto.
Un amigo colombiano me comentó lo siguiente: “En estas elecciones se consolidaron dos corrientes que superaron a los partidos políticos. El antiuribismo y el antipetrismo. Las elecciones de hace cuatro años lo demostraron, en este gobierno la tendencia se acentúo… Las elecciones de la primera vuelta mostraron que la gente pedía un cambio a gritos y creo que Petro era quien mejor lo representaba”.
Petro ganó los comicios y tendrá dos tareas esenciales en el corto plazo: dar certidumbre al sector empresarial y a los mercados (tal como lo hizo López Obrador en julio de 2018) y, sobre todo, mandar un mensaje de unidad. En su discurso de ayer se refirió a que durante la campaña se atestiguaron dos países y ahora debe ser una sola Colombia.
Otro mensaje muy importante fue la elección de Francia Márquez como vicepresidenta de Colombia. La primera afrocolombiana, la segunda mujer en ese cargo, declaradamente ambientalista. Es emocionante verla, escucharla. Una somera revisión del proyecto de gobierno y declaraciones de Petro nos dan los ejes y retos de su gobierno:
Implementación de los acuerdos de paz con las FARC en su integridad, así como la posibilidad de reiniciar las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional suspendidas desde 2018. Se verá a quién nombra al frente de esos esfuerzos y sus instrucciones.
Combate al cambio climático, cambio de la matriz energética. Prohibirá nuevas exploraciones petroleras y acelerará la transición energética hacia fuentes renovables. Colombia produce en la actualidad entre 700 y 800 mil barriles diarios de petróleo, la mitad de la producción mexicana.
Reforzar el sistema de pensiones con una atención especial a los adultos mayores.
Implementación de un programa de asistencia alimentaria.
Combate a la pobreza y la desigualdad. En los últimos tres o cuatro años la pobreza en Colombia creció casi 20 por ciento. Es un país aún más desigual que México con un índice de Gini de 0.53 Ampliar la red ferroviaria eléctrica para complementar el tránsito del Canal de Panamá.
Acabar con el narcotráfico de manera pacífica.
El análisis de su gestión, tanto a nivel interno como en el plano internacional se centrará en dos cuestiones: ¿cómo manejará las relaciones con EU? Hasta ahora el uribismo ha sido el “consentido” de las autoridades estadounidenses, tanto del Ejecutivo como del Congreso. Y la segunda ¿desarrollará un programa socialdemócrata, y una política exterior de izquierda centrada en el respeto a los derechos humanos, el medio ambiente, progresista?, ¿o bien una alineada con el grupo de países del ALBA o Foro de Sao Paulo? Es decir, ¿se identificará con Gabriel Boric o con Nicolás Maduro?
POR MARTHA BÁRCENA COQUI
EMBAJADORA EMINENTE
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM
@MARTHA_BARCENA
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