RUMBO POLÍTICO

La muerte del PRI

Desde 2015, el partido pasó de gobernar 19 entidades a retener sólo tres: el Estado de México, Coahuila y Durango

OPINIÓN

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Arturo Ávila / Rumbo Político / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En marzo de 2029, el PRI cumplirá un siglo de existencia, aunque será complicado que llegue a festejarlo, porque se encamina hacia su extinción. Atrás quedaron los tiempos en los que el partido gobernaba la mayoría de estados. Se puede pensar que esto fue en su mejor época hace 50 años, pero apenas fue hace siete. Desde 2015, pasó de gobernar 19 entidades a sólo tres: Estado de México, Coahuila y Durango. Hay que revisar las razones de la situación. 

Poco queda del PRI nacionalista y revolucionario de hace tiempo. Desde el inicio del sexenio de Miguel de la Madrid se decidió apostar por el sistema neoliberal, aunque ahora digan que le dieron una patada y que se los impusieron desde el poder. Aunque la peor época neoliberal fue durante el sexenio de Carlos Salinas, cuando se entregaron los bienes de la nación a los privados. Todo esto sumó para que el PRI se ubique en la peor crisis de su historia. 

A la circunstancia en la que se encuentra se le debe de sumar la responsabilidad de su líder, Alejandro Moreno, quien será recordado como el enterrador del partido. Un personaje que representa todos los valores por los que el PRI va a desaparecer, como por ejemplo, su trato con los proveedores, su opinión sobre los periodistas, sus negocios con propiedades inmobiliarias; y en la última revelación, sus vínculos en el negocio de la venta de medicinas. Una persona que no es digna de confianza y que no tiene reparo alguno en dar a conocer grabaciones privadas que involucren a sus amigos, e incluso a su compadre, Manuel Velasco. Cómo estará el partido, que incluso personajes como Roberto Madrazo o Francisco Labastida, los peores representantes de la época neoliberal, le piden su renuncia a Alito Moreno.

El próximo año estarán en disputa dos gubernaturas, el Estado de México y Coahuila, ambos gobernados por el PRI. Esa elección se encamina a consolidar un sistema bipartidista donde sólo caben la izquierda y la derecha. 

Considerando los últimos resultados electorales, parece muy complicado que puedan retener al menos una entidad. De hecho, en la elección de 2017 el PRI obtuvo menos votos que Morena, por lo que para apoderarse de la gubernatura necesitó de sus partidos aliados para obtener el triunfo. 

A pesar de los malos resultados en recientes elecciones, el PRI confía en retener las dos gubernaturas en 2023. Todo puede pasar en un año, pero tras el músculo mostrado hace ocho días en Toluca, parece que Morena se encamina a arrasar en la elección, poniendo fin a casi un siglo del PRI en el poder y cumpliendo con el refrán de que dice “No hay mal que dure 100 años”.

POR ARTURO ÁVILA ANAYA
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@ARTUROAVILA_MX

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