COLUMNA INVITADA

Cambiar las formas

Hay muchas posibilidades para reinventarse. Lo que ya no podemos permitir es más de lo mismo

OPINIÓN

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Georgina Trujillo / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El camino que debe seguir la Oposición en México pasa por un escabroso laberinto para poder recuperar su propia identidad, dialéctica y visión a futuro del país. Un camino en el que es necesario redefinir completamente la concepción colectiva que tenemos los mexicanos del ejercicio del Poder. 

Ese cambio no pasa primero por recuperar escaños electorales, primero y más importante es lograr un movimiento que nazca de las ideas y aspiraciones nacionales. Una alternativa a lo que se nos ofrece desde el gobierno en turno: polarización, estancamiento social y retroceso democrático.

Al menos por parte del PRI, queda claro que Alejandro Moreno no puede encabezar un proceso de cambio y reinvención política, del tamaño y calado que requiere ese partido en estos momentos.

Hoy el presidente del Partido Revolucionario Institucional está seriamente desgastado. Para su linchamiento mediático se están ventilando audios obtenidos mediante mecanismos ilegales, justamente de acuerdo a las prácticas características de un gobierno autoritario; ese que invade flagrantemente la privacidad de sus ciudadanos en aras de sus propios intereses políticos.

A pesar de los medios con los que el gobierno opera en contra de Alito, también es cierto que los audios filtrados dejan al presidente del PRI muy mal parado ante sus aliados, correligionarios del partido, pero, sobre todo, ante los ciudadanos.

Para la oposición es urgente recuperar la autoridad moral que desde hace mucho no tiene este gobierno. Andrés Manuel López Obrador y Morena disfrazaban de esperanza lo que en realidad era la misma lógica para ejercer el Poder que se practicaba hace 50 años en el país.

El viejo autoritarismo es con lo que más se identifican, el único problema para ellos es que antes no disfrutaban de sus privilegios. Por tanto, ahora siguen el camino de cualquier partido que quiere instaurar una dictadura perfecta.

La oposición entonces requiere ser una alternativa legítima a la vieja manera de hacer las cosas. No requiere dirigentes que crean que a los periodistas hay que matarlos de hambre y que hablen del presupuesto público como si se tratara de sus bienes personales.

Al interior del PRI, quienes piden la salida de Moreno, deberían tener claro también que se necesita mucho más que un rostro diferente para provocar los cambios que se requieren. Una cultura se forma de un proceso colectivo, y mientras ese proceso colectivo no suceda, el orden de las cosas seguirá como ahora, sólo que con diferentes nombres y membretes.

Para la oposición mexicana es tiempo de refundar causas, incluso de plantear un cambio de siglas. Hay que encontrar nuevas respuestas a viejas preguntas, crear frentes comunes, alternativas de coalición, mecanismos de contrapeso, construir nuevos significados a la ciudadanía y encontrarle un nuevo rostro a la democracia de nuestros días.

Un buen comienzo puede ser reconectar con la clase media. Abogar por su existencia y aspiración a superarse, es abogar por la libertad y la igualdad de oportunidades para todos. En la clase media convergen muchos de los movimientos sociales que hoy reclaman espacios de expresión.

Quién sabe, en estos mares desconocidos de la realidad actual, hay un mundo de posibilidades para reinventarse. Lo que ya no podemos permitir, es más de lo mismo.  

POR GINA TRUJILLO
COLABORADORA
@GINATRUJILLOZ


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