La salud mental está relacionada con diferentes aspectos de la vida en los ámbitos personal, familiar, social y laboral. La interrelación existente entre ellas y sus repercusiones provoca un equilibrio o bien, un desequilibrio en el desempeño de las actividades de las personas. Por tanto, contar con una buena salud mental de los empleados y los líderes en la empresa es fundamental para el rendimiento laboral y la productividad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
De acuerdo con cifras de la Asociación de Internet MX y OCC Mundial, México es el país con mayor estrés laboral, prácticamente el 60% de los trabajadores mexicanos lo padece. Con los cambios laborables originados por factores externos como la pandemia del COVID-19, miles de trabajadores tuvieron que pasar de la modalidad de trabajo tradicional en oficinas a la modalidad de trabajo en casa (home office) y con ello fue necesario reorganizar rápidamente las actividades en el hogar, sin embargo, no solo fueron limitaciones tecnológicas, de equipo y mobiliario con lo que se enfrentaron la gran cantidad de empleados, sino además el aislamiento, el agotamiento físico y visual (mayores jornadas laborales), el aumento en el consumo de comida (peso) y alcohol. Una gran parte de los empleados están actualmente luchando con algún problema de salud mental (stress laboral, ansiedad, depresión, etc.).
Desde 2014 a la fecha, la OCDE ha venido realizando un seguimiento al respecto a través del Making Mental Health Count (Haciendo que la Salud Mental Cuente). Las enfermedades mentales tienen un costo social elevado: contribuyen al desempleo, el ausentismo por enfermedad y la pérdida de la productividad en el trabajo. Los costos directos e indirectos de la mala salud mental son muy altos y puede superar el 4% del PIB en los países de la OCDE.
Algunos de los factores que permiten la reducción del ausentismo, disminución de calidad del trabajo, la baja motivación, el estrés laboral y aumentar la productividad en los equipos de trabajo son los siguientes:
- Sentido de pertenencia
- Reconocimiento del trabajo
- Toma decisiones
- Condiciones de trabajo
- Comunicación Interna
- Liderazgo
Por eso es de suma importancia promover o fomentar las acciones que permitan identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial-laboral, más allá de las certificaciones, mirar el entorno integral de la empresa, valorar y hacer una cuidadosa gestión del talento para evitar la rotación laboral, hacer la diferencia en la vida de las personas más de quienes forman parte de los proyectos empresariales, desde la conquista hasta la atención al cliente.
La promoción de un entorno organizacional favorable inicia con el compromiso, empatía e involucramiento de las empresas (las áreas directivas) y la implementación de estudios sobre clima laboral, bienestar laboral, certificaciones como la Norma NOM-035-STPS-2018, promoción del liderazgo y supervisión positiva.
Colaboración realizada por Mario Terres y equipo Revolución 5.0 de Disruptive Labs. Si quieres conocer más al respecto, contáctanos al correo contact@disruptivelabs.mx o a nuestras redes @DisruptiveLabs, ¡con gusto te leemos!
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