A propósito del ambiente de una anticipada sucesión presidencial que hoy se percibe, es factible una mirada en retrospectiva para situarnos en el momento histórico político en que nos encontramos; no será ocioso les aseguro.
La sucesión en el ejecutivo federal de 2024 está precedida por las elecciones locales de este año y las de 2023; este próximo fin de semana se eligen seis gubernaturas y en 2023 dos, en al menos dos entidades de esas ocho no se ha registrado alternancia en su poder ejecutivo, tal es el caso de Hidalgo y el Estado de México.
Ha sido éste Siglo el que ha registrado las únicas alternancias que han ocurrido en el ejecutivo federal; inició en el año 2000 cuando Vicente Fox obtiene el triunfo luego de más de 70 años de hegemonía del PRI; tras doce años de gobierno del PAN, en 2012 tiene lugar la segunda alternancia con el retorno del Revolucionario Institucional con Enrique Peña al frente. La tercera alternancia ocurre en 2018 con el triunfo del MORENA.
Tres alternancias en 18 años
Los cambios institucionales ocurridos en la última década del Siglo pasado, así como una serie de sucesos político sociales fueron la base para que en el XXI pudieran ocurrir de manera ordinaria estas alternancias; así, la vigencia de esta práctica se debe a que el electorado mexicano se empoderó y maduró, el voto duro de los partidos políticos evolucionó a un voto más volátil y fragmentado, el sistema de partidos se volvió más competido y competitivo, entre otras cosas.
Un régimen democrático supone que la alternancia sea moneda corriente y se presente como un fenómeno político social en el que la posibilidad de elección y de competencia para acceder al poder sean efectivas.
Un caso que resulta interesante es el del otrora Distrito Federal, en el que a partir de que los capitalinos recuperaron sus derechos votar y ser votados se generó una hegemonía que duró más de 20 años; sería hasta 2018 cuando se registró la primera alternancia en el ejecutivo local de la Ciudad de México. En las elecciones intermedias de 2021 la nueva hegemonía local perdió la mitad de las Alcaldías que componen la Ciudad, dejando nuevas condiciones para la sucesión de 2024; en un escenario probable la Capital del país podría vivir su segunda alternancia luego de 27 años.
Estamos entonces en una etapa de la historia nacional en la que diversas fuerzas políticas tienen la posibilidad de acceder al poder por la vía democrática en los distintos niveles de gobierno, por su lado, el electorado tiene la facultad de premiar o castigar a través del sufragio a las postulaciones de las fuerzas políticas; todo esto gracias a que nos hemos dotado y mantenemos, más o menos consensuadamente, instituciones, normas y procesos. En 2024 confirmaremos si la alternancia se consolida como una práctica o estamos ante una nueva hegemonía.
POR ABELARDO RODRÍGUEZ DESALES
SOCIÓLOGO
MAAZ