COLUMNA INVITADA

Los tiempos políticos

Para Morena, la mitad del camino está recorrido: ya tienen candidatos y estrategia

OPINIÓN

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Arturo Sánchez Gutiérrez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hace tiempo que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, decidió “adelantar” los tiempos políticos y abrir el debate sobre la sucesión presidencial.

A dos años de la elección, su estrategia parece ser exitosa: se definieron los tres aspirantes (difícilmente habrá más); se excluyó a los “no deseables”, por lo que Ricardo Monreal parece estar fuera; y se estableció el procedimiento de encuestas para tomar la decisión.

Ese es el juego que diseñó el Presidente y el que le permite tener controlada la sucesión. Es simplemente una variante de la vieja fórmula partido-presidente que imperó durante parte del siglo XX. En adelante, no debiera sor - prender que el modelo continúe.

El evento morenista en Toluca, el domingo pasado, ratificó la estrategia presidencial: Morena se presenta unido, posiciona a las tres personalidades identificadas como posibles sucesores del actual gobierno y el presidente insiste en las mañaneras en atacar a la oposición y arropar a su partido.

Sin duda, Morena realizará las actividades estatutarias para darle forma legal a sus decisiones, mientras llega el tiempo de conocer el resultado de las encuestas.

La oposición vive una realidad diferente y está inmersa en otros debates. Arraigados en la dinámica de los viejos tiempos políticos, los partidos opositores reflexionan sobre la fortaleza de sus liderazgos, la continuidad o no de sus alianzas y organizan una moratoria legislativa para hacer evidente lo que ya sabíamos: no pasarán en el Congreso reformas constitucionales sin sus votos. En los viejos tiempos, la regla era que “si te mueves, no sales en la foto”. Había que esperar el momento político correcto, porque todos conocían y respetaban el calendario. Hoy, no moverse a tiempo significa perder oportunidades.

La oposición parece entrampada entre los viejos tiempos y la osadía de Morena para actuar en el filo de la ley. Después de la Revocación de Mandato y de las elecciones locales de este año, es evidente que la estrategia electoral incluye violentar las normas si es necesario.

A pesar de las sanciones que imponga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a gobernadores y funcionarios que hicieron proselitismo para la Revocación, el hecho es que la estrategia avanza, aunque sea necesario estirar la liga en materia de “actos anticipados de campaña” y enfrentar las denuncias que seguramente se presentarán por la movilización del domingo pasado.

Para Morena, la mitad del camino está recorrido: ya existe el discurso de la 4T, en la que cabrá cualquier contenido de campaña; y ya tienen candidatos y estrategia.

Para la oposición todo está por construir, con poco tiempo, y frente a retos mayúsculos, tanto para el 2023, como para “la grande”. No es tiempo de optimismos ni de cuentas alegres, sino de mucho trabajo político, de acercarse a sus bases y construir un discurso novedoso que ya no reaccione, sino que proponga. Habrá que considerar que ya sólo faltan 716 días para la jornada electoral presidencial.

POR ARTURO SÁNCHEZ GUTIÉRREZ
PROFESOR INVESTIGADOR, ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES Y GOBIERNO
@ARTUROSANCHEZG

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