LA VIDA SIENDO MUJERES

Día del padre: Para mujeres e hijos, un papá es el héroe de nuestras vidas

Hoy con motivo del Día del padre le vuelvo a escribir en esta columna que dedico a los papás, quienes dan lo mejor a los hijos

OPINIÓN

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Laura Elena Gerdingh / La vida siendo mujeres / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Aunque ante nuestros ojos los papás son los héroes de la película, en realidad son seres humanos con cualidades, defectos, limitaciones etc. Por eso, todo mi reconocimiento y felicitaciones a los que luchan por ser buenos padres y que aportan tanto a sus hijos. 

Como mi pa', que tuvo paranoia, terrible enfermedad que le carcomía el alma. A pesar de eso, fue un guerrero constante, trabajador, responsable y generoso, lo que le permitió ser un buen padre.  

Cómo ser un buen padre para tus hijos a pesar de las adversidades

Nunca vivimos con excesos, pero mi papá contra todo pronóstico psiquiátrico se levantaba por las mañanas y se enfrentaba a sus angustias, temores, depresiones, dolores y los vencía para ir a trabajar y que no nos faltara nada. Fueron tiempos difíciles, pero de ellos me queda el gran ejemplo de un luchador que nunca se dio por vencido, que de tiempo en tiempo quería morirse de tanto dolor que albergaba su corazón.

Él encontró siempre la forma de salir adelante y seguir luchando por darnos tanto y tanto amor. Ejemplo de entrega, de lucha, de amor, de cuidado por él mismo y por los demás. Sus amigos, que no sé si dimensionan el regalo que nos dieron, decidieron hacerle un homenaje en vida en la universidad en la que trabajó muchos años.

Hablaron con tanto respeto, admiración y cariño que yo estaba verdaderamente conmovida y nunca olvidaré ese día. Su exjefe, que nunca había vuelto a la universidad, ya que la idea lo llenaba de nostalgia, dijo que cuando le dijeron que era para un homenaje para mi papá, no lo dudó y habló maravillas de él.

Si he de ser honesta, sabía que mi papá era brillante por sus calificaciones, no solo en su carrera de la que se tituló con un gran promedio y mención honorífica, también le dieron mención en una maestría que cursó. He de confesar que no sabía cuán respetado y admirado era en la universidad.

El día de su homenaje, mi corazón se llenó de orgullo, admiración y de respeto por su trabajo. ¿Qué mejor herencia te puede dejar un padre que la de sentirte orgullosa de él?

Cómo tener una buena relación con los hijos

Hubo cosas que odié de mi papá, y hubieron cosas que amé de él. Mi relación con mi papá fue compleja en mi infancia y adolescencia. Afortunadamente desde hace ya muchos años, nos encontramos en el amor y la armonía. ¡Que delicia! Él tenía una manera tan respetuosa de escuchar, sabía estar con la gente. Era cariñoso, muy risueño, se sabía echar cada vez que lo ameritaba, una buena carcajada que retumbaba en toda la casa, que él mismo construyo´ pues era arquitecto.

Su presencia paternal era sólida y suave. Siempre preocupado por nosotros, brindándonos todo el apoyo que pudiera, ser un buen padre era de forma natural. Era algo que ni siquiera se cuestionaba, simplemente lo hacía.

Yo disfruté nuestras charlas, le contaba de mis angustias, de mis problemas, de mis dificultades y él escuchaba, salpicando una sugerencia suave por aquí, proponiendo una idea por allá, pero, sobre todo, escuchándome, acompañándome y de esa forma conteniéndome. Aún extraño eso que compartimos, eran momentos sólo nuestros.

Mi papá supo disfrutar hasta el último momento. Después, supo despedirse en el momento en que el dolor ya no le permitía disfrutar. ¡Wow! El cáncer le quitó la vida, pero no lo venció, a mis ojos nada lo vencerá jamás, aunque hubo batallas que sí perdió.

Cuando murió mi papá, el momento más difícil fue despedirnos para que se lo llevaran a incinerar. Dicen que el tiempo lo cura todo, me parece que no es así. A él no le curó la paranoia, ni su enfermedad. A mí no me cura su ausencia, aún hay momentos en que lo extraño tanto.

En su velorio escribí desde mi corazón, en cartulinas que pegué atrás del ataúd:

Papá, gracias porque fuiste generoso y cariñoso, un apoyo incondicional.

"Gracias, porque siempre respetaste nuestras decisiones. Porque fuiste una compañía cercana, una presencia cariñosa y escucha cálida. Ejemplo de lucha, constancia, compromiso, responsabilidad, honestidad, entrega, amabilidad y buen sentido del humor hasta el último momento. Definitivamente hiciste de este mundo un lugar mejor.

Hoy con motivo del Día del padre le vuelvo a escribir en esta columna que dedico a los papás que tanto nos dan a los hijos. ¡Feliz día del padre, papás!

Por: Laura Elena Gerdingh

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