El cuatro de julio pasado, el cohete que tripulaban Katya Echazarreta y cinco personas más voló a 100 kilómetros de la superficie terrestre durante 10 minutos. Para lograr cristalizar la hazaña -la del cohete y la de Katya- un equipo de científicos brillantes se llevó muchos años de preparación, una cantidad ingente de millones de dólares e infinidad de horas-cerebro. Ella cuenta con 26 años y es mexicana, pero también norteamericana, por ello es la primera mujer estadounidense en volar a esa altura con tan poca edad. Los medios hicieron una publicidad moderada del evento y no hubo una repercusión internacional a pesar de la relevancia científica del hecho; tal vez esto se deba a que viajar al espacio es algo que vemos más o menos normal y porque la prensa tenía otros temas de mayor interés que publicitar, por ejemplo, la entrevista de Mafer Wolfer.
El siete de julio pasado, Mafe Walfer fue entrevistada en “Venga la alegría”, el programa tempranero de televisión de mayor rating de Azteca América. A la producción le pareció buena idea invitar a una colombiana que dice hablar un idioma extraterrestre y darle poco más de siete minutos de tiempo aire. En el segmento dedicado a Mafe, también se hizo presente Ágata, su maestra espiritual, gracias a quien la interfecta supo que era “una elegida”. Para lograr esta hazaña, la ungida se tomó algunos meses de preparación y muchos dólares para pagarle a una gurú que ahora se hizo vergonzosamente célebre a través de su alumna modelo. Pato Borghetti fue el conductor principal de la entrevista y al comenzar la ronda de preguntas pidió respeto para todas las creencias.
Darle la espalda al pensamiento crítico es reforzar, por ejemplo, el pensamiento mágico antivacunas. El desdén por la inteligencia y el abuso tácito que se hace de una persona - que evidentemente tiene problemas psicológicos, si no es que psiquiátricos- es dar permiso a la burla y es quitar un espacio a temas que lo requieren…
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