TIEMPO DE INFRAESTRUCTURA

Esfuerzo para reducir accidentes viales

Los percances en las carreteras son prevenibles, y parte de esto depende también de la calidad de la infraestructura de los caminos

OPINIÓN

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Marco Frías / Tiempo de Infraestructura / Opinión El Heraldo de México

El pasado 10 de junio se celebró el Día Mundial de la Seguridad Vial, y este año México cuenta con dos importantes acciones a favor de esta causa: la reciente promulgación de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMSV), así como el lanzamiento de la Campaña “Carreteras Seguras”, liderada por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). Ambas sientan las bases para fortalecer, en los próximos años, la estrategia para hacer frente al grave problema de los accidentes viales, los que, año tras año, resultan en fallecimientos, así como pérdidas económicas millonarias. 

Por los efectos negativos que esta problemática genera, es posible catalogarla como una pandemia, la cual conlleva daños a la salud pública. Pero, y a diferencia de otros fenómenos similares, contamos con herramientas y conocimiento necesarios para atenderla con éxito. Juntos, autoridades, operadores de autopistas y personas usuarias podemos generar un cambio para salvar miles de vidas y garantizar que nuestros trayectos sean más seguros y eficientes.

En México, la SICT ha compartido datos relevantes. En 2020, en promedio, cada 24 horas se presentaron 827 percances en carreteras federales, de los cuales se desprenden 11 fallecimientos y 197 lesionados. De igual forma, los accidentes viales son la primera causa de muerte en niños y jóvenes de entre 5 y 29 años; y en la población en general éstos constituyen la quinta causa de fallecimientos en el país. 

De hecho, siete de cada 10 accidentes de tránsito están asociados con el factor humano; por consiguiente, la educación vial resulta clave para reducir el nivel de accidentabilidad en carreteras y autopistas. En este sentido, la campaña de seguridad vial promovida por la SICT, que agrupa a diversas organizaciones de transportistas, motociclistas y concesionarios que conforman la Asociación Mexicana de Concesionarios de Infraestructura Vial (AMCIV), cobra relevancia para que los usuarios de las vías de comunicación hagan conciencia, no sólo de manejar con precaución, sino también de conocer y respetar las reglas de tránsito. Difundir información y sensibilizar sobre los riesgos son acciones imprescindibles para generar un cambio en la cultura vial. Sin la adecuada educación vial será imposible bajar el nivel de accidentabilidad.

Los percances en las carreteras son prevenibles, y parte de esto depende también de la calidad de la infraestructura vial. Los miembros de la AMCIV, en apego a lo que marcan la normatividad vigente y los distintos títulos de concesión, trabajamos en el diseño, construcción, operación y mantenimiento de autopistas con el fin de garantizar los mayores estándares de seguridad y reducir los niveles de accidentabilidad.

Los concesionarios pertenecientes a la AMCIV operan, en conjunto, alrededor de cuatro mil 500 kilómetros de carreteras seguras, entendidas éstas como la infraestructura que mitiga y elimina muertes y lesionados graves, a través de medidas muy precisas, como la correcta conservación de las vías, la instalación de señalamientos viales, uso de tecnología, operación de rampas de emergencia, entre otros. 

El mayor reto es que las partes involucradas compartan la responsabilidad de brindar condiciones viales más seguras. La LGMSV es un paso en la dirección correcta. Los próximos meses serán clave para adecuar ordenamientos legales a nivel federal, estatal y local, para establecer las condiciones que permitan el cabal cumplimiento de la ley.

En esta columna, hemos enumerado los efectos perniciosos de fenómenos delictivos como toma de casetas y evasión de peajes; estas actividades criminales son una amenaza a la seguridad física de usuarios y operadores, así como al derecho a la movilidad. Es importante que en los debates que se avecinan en torno a la LGMSV se tome en cuenta la necesidad de adecuar los marcos regulatorios para enfrentar con éxito este tipo de riesgos. La aprobación de la iniciativa de reforma al artículo 533 de la Ley de Vías Generales de Comunicación es un ejemplo de como la colaboración institucional puede representar un punto de quiebre favorable en la lucha contra conductas antisociales.

La seguridad vial es un trabajo continuo y multisectorial. Desde la AMCIV buscaremos aportar experiencia y mejores prácticas para seguir construyendo y operando infraestructura moderna y de alta calidad. Pero, contar con autopistas en buenas condiciones no será suficiente para reducir significativamente los índices de accidentabilidad; es necesario también el concurso de autoridades (para garantizar el cumplimiento de la ley) y de usuarios (que mantengan sus vehículos en correctas condiciones y que respeten los reglamentos).

POR MARCO FRÍAS
DIRECTOR GENERAL DE LA AMCIV, A.C.
@AMCIV

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