COLUMNA INVITADA

Subsidios a multinacionales

En lo que corresponde a los medicamentos de patente hay sobrecostos altísimos para el consumidor mexicano; por ejemplo, el denominado Tacrolimus

OPINIÓN

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Ernesto Villanueva / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En México las cosas en materia de medicamentos de patente para los particulares han ido mal de manera histórica. 

En el caso de los medicamentos de patente hay sobrecostos altísimos si cualquier persona los compra en el territorio nacional a que si lo hace en el extranjero. 

El medicamento de primera elección ara enfermedades autoinmunes y prácticamente todos los trasplantes (de hígado, riñón, etcétera) es el denominado Tacrolimus, vendido en México bajo el nombre de Prograf, elaborado por el laboratorio multinacional Astellas, con sede en Japón, y con empresas subsidiarias ubicadas en varias partes del mundo. 

Se trata de lo que se conoce como un inmunosupresor que tiene como objeto evitar que la persona que recibió un órgano de un donante rechace el nuevo órgano. 

Esta clase de inmunosupresores deben ingerirse durante toda la vida para que pueda vivir quien fue trasplantado. 

El Prograf de cinco miligramos con 50 cápsulas, en México cuesta hoy 15 mil 949 pesos mexicanos (https://acortar.link/qWDBk9). 

El mismo medicamento, también de cinco miligramos de 50 cápsulas del mismo laboratorio y de la misma farmacia, cuesta en Colombia un millón 116 mil 705 pesos colombianos (https://acortar.link/qWDBk9), que convertidos en pesos mexicanos son cinco mil 150. 

El Prograf, con idénticas características en la misma farmacia en Colombia, cuesta 68 por ciento más barato. 

Alguien podría decir que en Colombia el costo de producción es más económico que en México, pero resulta que en aquel país el sueldo mínimo mensual para el 2022, es de cinco mil 73 pesos mexicanos y el sueldo mínimo mensual en México asciende a cinco mil 225. 

Hay un diferencial simbólico entre el ingreso de un país al otro, lo que bajo ningún argumento lógico racional justifica que un medicamento idéntico tenga una diferencia del ¡68 por ciento! menos que lo que pagan los mexicanos. 

Y además se genera el crimen perfecto porque no se puede importar el medicamento de la misma patente de Colombia a México, pues requiere un pedimento aduanal especial imposible de obtener porque ese medicamento ya existe en nuestro país. 

El mundo al revés. 

¿Cómo explicar que el gobierno mexicano permita que una empresa multinacional gane 68 por ciento más que el precio a que vende en Colombia el producto en agravio de los propios pacientes mexicanos? 

En Estados Unidos el mismo medicamento Prograf de Astellas de cinco mg., con 50 cápsulas, cuesta 15 mil 424 pesos mexicanos, incluso más bajo que en México. 

Ahí el sueldo mínimo mensual (minimum wage) es de 25 mil 272 pesos mexicanos, de suerte que para los ingresos mínimos de un trabajador de Estados Unidos también comprar el Prograf resulta muchísimo más barato. 

Cofepris, que está en proceso de depuración, debería instrumentar a la medida a efecto de que en México nunca más los mexicanos subsidien a las trasnacionales que hoy obtienen ganancias excesivas con relación a mezclas que le generan por un idéntico producto en otros países.

POR ERNESTO VILLANUEVA
COLABORADOR
@EVILLANUEVAMX

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