Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón (1907-1954), fue una artista mexicana cuya obra surge y se consolida como un medio de expresión de su propia realidad. Ha sido considerada como una artista surrealista, pero ella se desligó de la corriente y afirmó que pintaba su propio mundo.
Su obra está llena de elementos imbricados con sus experiencias vitales personales, de manera que sus vivencias y su producción plástica crean un conjunto que permite comprenderla de forma más completa. Otro aspecto a destacar de Frida es cómo vivió su sexualidad y cómo se relacionó con su cuerpo en diversas facetas. Por un lado, su imagen fue el elemento principal en una buena parte de su obra, pasó mucho tiempo sola y eso la llevó a tener un conocimiento sobre sí misma muy amplio; utilizó su imagen, su ropa, y otros elementos para expresarse, desligándose en cierto modo de los cánones estéticos.
La artista produjo alrededor de 150 pinturas, guiada por su exaltada sensibilidad, resultado de los acontecimientos que marcaron su vida. Sus pinturas son absolutamente personales y profundamente metafóricas.
El arte de Frida Kahlo ha sido profusamente estudiado y aplaudido en los grandes recintos culturales y galerías del mundo. En Londres, ha sido protagonista de la escena artística con amplias muestras en el TaTe Modern en 2005 —previamente, en 1982 la Whitechapel Gallery mostró su trabajo— y, recientemente, sus vestidos fueron admirados en una muy exitosa muestra en el Victoria and Albert Museum, en 2018.
Este año en Mexican Geniuses: A Frida and Diego immersive experience, la primera exposición multisensorial, audiovisual y escenográfica sobre dos de los artistas mexicanos más reconocidos, inaugurada hace unos días en la capital del Reino Unido, Frida se muestra al público de una forma más cercana y se presenta el alcance de su trabajo y sus diferentes facetas.
Frida siempre intentó demostrar y forjar el concepto de mujer autónoma, decidida y despojada de los paradigmas sociales. En su obra combinó tres elementos fundamentales: identidad, posicionamiento e imagen; manejó elementos del autorretrato en donde plasmó su concepto de mujer y se convirtió en un símbolo del feminismo de su época; sus obras representan a una mujer que “masculinizó su aspecto” y aceptó el vello facial. Además, expresó su libertad al abordar temas como la sexualidad, el aborto, la lactancia y la maternidad.
Al hablar de Frida no se puede limitar a temas como su arte o las tragedias que vivió, pues es un ícono mundial que sigue influyendo en el legado cultural, artístico e ideológico. Su imagen prevalece tras su muerte ocurrida el 13 de julio de 1954, pues representa los diversos contrastes de un país heterogéneo, en el que la participación de la mujer rompe, cada vez más, con los paradigmas de participación social, que no se reducen sólo al hogar y la moda, sino también a lo político, social y cultural. Fue, es y seguirá siendo referente de lo femenino, de lo libertario, de lo indígena, y, por supuesto, de lo mexicano.
POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
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