CAMPUS

Aprendizajes

No hubo sorpresas, hubo aprendizajes (la oposición: dixit)

OPINIÓN

·
Alejandro Echegaray / Campus / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

No hubo sorpresas, hubo aprendizajes (la oposición: dixit). Estos aprendizajes han orillado a políticos y estrategas a idear acciones que van desde la renovación de las dirigencias partidistas hasta ejercicios para renovar la marca de los partidos convencionales en aras de hacerlos más atractivos electoralmente. Morena y aliados gobiernan 22 entidades del país y más del 50 por ciento de la población. El factor más relevante para determinar al ganador fue el poder la incumbencia; es decir, los gobernadores salientes fueron centrales en las elecciones locales, como se pudo observar en Hidalgo y Oaxaca. Para el 2024, no es descabellado pensar que desde 24 gubernaturas se operará a favor de la continuidad obradorista.

En las contiendas competidas (Durango y Tamaulipas) hubo un aforo de más del 50% de participación en las urnas, en las demás entidades hubo poca participación. Desde una perspectiva de elección racional, los electores que asisten a las urnas incurren en un costo que sólo estarán dispuestos a asumir si su voto será relevante para definir al ganador, es decir, si la competencia es cerrada y esperan que su voto sea decisorio en el resultado. El que los electores decidan salir a votar el día de la elección va en detrimento del esfuerzo electoral oficialista.

Los electores participan mas en comicios presidenciales y generalmente no toman en cuenta promesas de campaña en su modelo decisorio; así que las elecciones generalmente son referéndums de los gobiernos que concluyen su gestión (Ferejohn, 1986). Es decir, “las elecciones son para sancionar el posible daño moral y no para prevenir selección adversa”. En el 2024 en muchos estados ya habrán experimentado de primera mano los perniciosos efectos del obradorismo. El desempeño del gobernador saliente o incumbent también es determinante: Martin Orozco Sandoval de Aguascalientes es -de acuerdo al ranking de Mitofsky- el gobernador mejor evaluado y José Rosas Aispuruo está dentro de los primeros diez. Los dos estados que conservó la oposición tienen en común que han mantenido una baja incidencia delictiva. En Durango, los electores no perciben la operación del crimen organizado como un problema grave, con excepción de Gómez Palacio, que está en llamas gracias a la fallida gestión de Marina Vitela candidata de la alianza morenista. En Aguascalientes los empresarios se ufanan de que no ha habido conflictos laborales por más de cinco décadas.

Los comicios del domingo pasado evidencian que no hay que inventar el hilo negro y que la estrategia para competir con el oficialismo es la formación de un frente opositor que sume a la sociedad civil organizada y las clases medias con una narrativa que venda: seguridad, orden y progreso (generación de empleos). Pero la oposición está buscando “entusiasmar” a grandes sectores del electorado con soundbites trillados, vacíos de contenido y que no dicen nada, con lo que se perfilan rumbo al fracaso y al encontronazo electoral.

No parece sexy pero el candidato o coalición que adopte la seguridad y generación de empleos como bandera, tendrá oportunidad de derrocar al oficialismo en el 24. No hay secretos ni fórmulas mágicas. Recordatorio amistoso: si en el 24 regresa el Trumpismo y gana el candidato obradorista, el impasse autocrático, durará lustros.

POR ALEJANDRO ECHEGARAY
POLITÓLOGO
@AECHEGARAY1

MAAZ