MEXICANOS PRIMERO

CTE y la formación continua

Sin apoyos institucionales se corre el riesgo de trasladar los costos nuevamente a los maestros

OPINIÓN

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Fernando Ruiz / Mexicanos Primero / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La semana pasada en la celebración del Día del Maestro se anunció que para el ciclo escolar 2022-2023 las actividades de formación continua se llevarán a cabo en los Consejos Técnicos Escolares (CTE). La propuesta fue retomada por la secretaria Delfina Gómez al cierre de la séptima sesión ordinaria de los CTE. Detalló que se busca una formación continua, dinámica, articulada, didáctica y horizontal a fin de lograr una reflexión continua sobre los conocimientos y prácticas, así como la apropiación y resignificación de contenidos, saberes y experiencias de los maestros.  

El anuncio es alentador, pero la pregunta es: ¿qué estamos haciendo para lograrlo? La literatura especializada ha resaltado las bondades de las actividades de formación colectiva y entre pares, pero las políticas de las últimas décadas privilegiaron la atención individualizada de los maestros. A inicio de la década pasada se había identificado la necesidad de promover este tipo de actividades, ya que se concentraban en la asistencia a cursos y talleres. Sólo uno de cada cinco maestros mexicanos observaba a sus colegas para dar o recibir retroalimentación, y uno de cada 10 realizaba visitas de observación a otras escuelas (TALIS, 2013). 

En la administración pasada, parte importante de los recursos fueron absorbidos en cursos destinados al fortalecimiento de las figuras educativas del servicio profesional y los procesos de evaluación docente. Por otro lado, el diseño de los cursos en línea que fue cobrando relevancia no ayudó a resolver el problema, aunque redujeron los costos, no se logró avanzar en la diversificación de contenidos y las escuelas se ajustaron a una oferta genérica para sus necesidades específicas. 

Alentar ahora la formación desde los colectivos escolares puede romper con esta inercia, pero sin apoyos institucionales se corre el riesgo de trasladar los costos de nuevo a los maestros. La preocupación no es gratuita si observamos lo que el gobierno federal ha hecho en los últimos años.

Con la reforma de 2019, dejó de ser prioridad el acompañamiento y la tutoría de maestros que inician su carrera docente. En el gobierno anterior se creó un sistema para el acceso y formación de asesores técnicos y tutores con ese objetivo, pero a partir de 2019 quedaron como figuras temporales y de reconocimiento. Y por si fuera poco, desde 2021 el programa para financiar actividades de formación continua es el más bajo del siglo: 84 millones de pesos en 2022, contra 971 millones de 2018. 

Hemos sido omisos en asegurar el derecho a aprender de las y los maestros cuando ellos han sido designados para promoverlo en las niñas, niños y jóvenes. No bastan los discursos que no están sostenidos con políticas y financiamiento de largo plazo. No sigamos abandonando a los maestros a la eventualidad, la informalidad y la improvisación en su formación. Esperamos ver en el presupuesto 2023 un compromiso claro y firme que no sean palabras para salir al paso.

POR FERNANDO RUIZ
DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN EN MEXICANOS PRIMERO
@FRUIZ_RUIZ

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