El plan contra la inflación presentado la semana pasada por Andrés Manuel López Obrador llevaba semanas, quizá meses, preparándose. Los focos de alerta se prendieron a finales de febrero, cuando los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania incidieron en el aumento de los precios de los cereales y los hidrocarburos.
México terminó el 2021 con una inflación del 7%, producto de los dos años de pandemia. El propósito del gobierno era remontar rápidamente la cuesta de enero, pero Putin dio un manotazo en la geopolítica europea que provocó las turbulencias que todos conocemos.
Las 16 acciones del plan son resultado de muchas llamadas, reuniones, pláticas, encuentros y desencuentros, de servidores públicos de Gobernación, Hacienda, Economía y del propio Presidente, con representantes de la iniciativa privada.
No fue una negociación fácil, ni tersa, pero al final, las prioridades de los empresarios y del gobierno fueron tomadas en cuenta hasta donde la política y la realidad económica lo permiten. De ahí las sonrisas de varios de los empresarios que muy tempranos y sonrientes acudieron a la mañanera.
Era un secreto a voces que algo se preparaba en Palacio; sin embargo, grupos opositores al gobierno esperaban y deseaban una lista de decisiones propias de los gobiernos de Luis Echeverría o José López Portillo, cuando la inflación superó 50%. Esto sí les hubiera caído como anillo al dedo a los personajes cuyo discurso y futuro se basan en el fracaso del gobierno.
Algunos no se han dado cuenta que si bien el acento del gobierno del presidente López Obrador es social, el manejo de la economía sigue parámetros liberales, de acuerdo a las variables de la competencia y el libre mercado.
Los tres secretario de Hacienda de AMLO, Carlos Urzua, Arturo Herrera y Rogelio Ramírez de la O, conocen y defienden esas teorías económicas, tanto por su formación como por su trayectoria profesional.
La parte sustantiva del plan tiene como objetivo aumentar la oferta de productos básicos que mayor incremento tuvieron el año pasado y lo que va de éste. Que sea el mercado el que contenga el alza de precios. El gobierno hizo lo que corresponde, eliminar aranceles y trámites burocráticos, evitar abusos, robos y regular el precio de los combustibles.
¿Tendrá éxito el plan contra la inflación? Ojalá sí. Los efectos positivos, si los hay, tendrían que sentirse a finales de mayo y seguir así durante la segunda mitad del año. Internacionalmente, depende de la evolución de la invasión a Ucrania, de que la pandemia de Covid por fin termine y de que Estados Unidos, nuestro mayor socio comercial, también encuentre una solución a la inflación, que hasta el mes pasado era mayor que la mexicana.
¿Qué más podría hacer el gobierno? Gastar pronto el presupuesto de este año. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?
La política es de bronce.
Por Onel Ortíz Fragoso
@onelortiz
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