COLUMNA INVITADA

La patética reedición del tapado

Romper con el viejo régimen implica no sólo derrotarlo en las urnas, sino romper también con esas prácticas e incorporar una nueva carga conceptual a las relaciones con el poder público

OPINIÓN

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Daniel Serrano / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La disputa por el poder público implica también la disputa por las narrativas sobre la política en general. Las palabras, conceptos y formas que usan quienes participan en política de forma cotidiana y profesional dice mucho sobre cómo conciben el mundo y sobre la manera en que se relacionan con el poder. 

¿Y esto por qué es un asunto de todes? Porque durante décadas el priismo como partido hegemónico ejerció el monopolio de poder público, pero al mismo tiempo también impuso en términos culturales una visión sobre la política, conceptos e incluso frases que se volvieron de dominio popular y que impactaron a generaciones enteras. 

Un ejemplo es el conocido como “el tapadismo”, práctica que implicaba que el presidente en turno eligiera a su sucesor, esta forma de sucesión fue acuñada en el priismo y continuada por el panismo. Sin embargo, como conducta política no sólo implicó durante el viejo régimen a la presidencia de la República, sino prácticamente a cualquier encargo de elección popular y los llamados partidos de izquierda tampoco escaparon a esa dinámica. Si se realiza un análisis de las alcaldías y cuerpos edilicios de los últimos 15 años en el Edomex se puede encontrar la evidencia de la conducta del “tapadismo” aderezada además con una grosera conducta nepotista. Familias que, en el PRD, PT, PAN y evidentemente el PRI han usado los espacios de elección popular como negocios familiares.

Romper con el viejo régimen implica no sólo derrotarlo en las urnas, sino romper también con esas prácticas e incorporar una nueva carga conceptual a las relaciones con el poder público. En el Edomex son notarias las resistencias al cambio. Hace un par de semanas en el estado más importante del país, en términos electorales, no hubo destapes, sino algo aún peor “auto destapes” con un común denominador, la languidez de sus convocatorias. Los resabios priistas de algunos suspirantes adquiridos durante los años de la refriega o por su cercanía al propio régimen los hizo resbalar. 

Esta patética conducta fue tibiamente atajada por un supuesto comunicado que ningún dirigente se atrevió a firmar para llamar a sus compañeres a concentrarse en lo más importante que es “sacar adelante la agenda de transformación” y “avanzar en temas que permitan a la entidad mexiquense ocupar los primeros lugares, pero no por el número de feminicidios, de homicidios o violencia en sus distintas modalidades” temas que justamente en la legislatura se han quedado de lado. 

La verdadera transformación vendrá con el rompimiento del molde, con la aportación de un nuevo instrumental para que las siguientes generaciones disputen, enfrenten y ejerzan el poder público de forma distinta y no tengan que recurrir a prácticas heredadas por el viejo régimen como ese “tapadismo” ni a reediciones que resultan vergonzosas como el “autodespate”. 

POR DANIEL SERRANO
LIDERAZGO POLÍTICO DE IZQUIERDA EN EL EDOMEX

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