ARTICULISTA

¿Artesanía o arte popular?

Durante los primeros años de la década de los veinte, un grupo de intelectuales mexicanos se dio a la tarea de poner por primera vez ante los ojos del mundo a las artes de México.

OPINIÓN

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Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los que estamos continuamente en contacto con el arte, ya sea como promotores culturales, artistas, investigadores, entre otros, estamos por lo general de acuerdo con la idea de que hoy en día, casi cualquier cosa puede ser considerada “arte”.

También concordamos cuando estimamos cualquier objeto elaborado manualmente, de manera tradicional y con fines utilitarios o decorativos como artesanías. No obstante, no todas las cosas que hoy se catalogan como arte lo han sido siempre y no todo lo que actualmente es llamado artesanía ha sido visto como “menor” o “decorativo”.

Durante los primeros años de la década de los veinte, un grupo de intelectuales mexicanos se dio a la tarea de poner por primera vez ante los ojos del mundo a las artes de México. Así, el arte popular ha sido un término usado para nombrar a expresiones culturales producidas por un determinado segmento social; es decir, desde la Revolución Mexicana era producido por las etnias y tenía una contundente presencia en la vida social.  En realidad, esos primeros años marcaron el inicio de la revaloración de nuestra cultura y el reconocimiento de que el arte en México tenía manifestaciones importantes, y que una de éstas era precisamente la de las artesanías, representada por múltiples objetos hechos con los más variados materiales y técnicas.

En aquel tiempo se empleaban indistintamente los términos “arte indígena” y “arte popular” para referirse a las artesanías; desde entonces, hay una polémica porque no están bien definidos los límites entre ellos. Ni todas las artesanías mexicanas son indígenas, ni totalmente originarias de otras partes. Son, en realidad, el resultado de las diversas influencias artísticas y culturales que México ha recibido a lo largo de su historia; es decir, son una síntesis de los variados elementos que han confluido en la formación de la identidad de México y, por eso, en ellas se patentiza el mestizaje étnico y cultural.

Por otro lado, cuando los artesanos empiezan a ser reconocidos como artistas, ser también identificados como “artesanos” y lo que hacen como “artesanal”, les agrega un valor distintivo. Esto se relaciona con el concepto de qué es ser artista y qué es ser artesano, un tema que todavía necesita ser investigado.

De igual forma, la inserción de algunos artesanos en espacios que funcionan como legitimadores del arte, han dado pauta a otro tipo de valoraciones. Son incontables las exposiciones, los catálogos y reseñas que tienden a reproducir los postulados posrevolucionarios, ya sea por convicción o, simplemente, por imposibilidad de ubicarse conceptualmente en otro lugar.

Actualmente, cobra mayor presencia la configuración del oficio artesanal mexicano, siendo, por lo tanto, uno de los elementos para repensar esta labor en la actualidad, pues el arte popular exige un replanteamiento a partir de un diálogo con otras disciplinas como la antropología, la sociología, la semiología, la historia y muchas más.

POR BERNARDO NOVAL

CEO MUST WANTED GROUP

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